La Semana de la Moda empezó en París con un regreso masivo a las pasarelas tras dos años de pandemia, pero con un ambiente de «seriedad» por la guerra lanzada por Rusia sobre Ucrania.
«La guerra se ha abatido brutalmente en Europa y hunde al pueblo ucraniano en el horror y el dolor», declaró en un comunicado Ralph Toledano, presidente de la Federación de la Alta Costura y la Moda.
Por ello, pidió «vivir los desfiles de los próximos días con la seriedad que se impone en estas horas sombrías».
El mensaje, sin embargo, contrastó con el desfile con estética de cabaret con plumas, inmensos sombreros y cuerpos desnudos preparado por la firma Weinsanto el lunes por la noche.serieda
Ante la contundente respuesta del mundo del deporte y la cultura contra la invasión de Rusia, el sector de la moda ha reaccionado con más prudencia.
La modelo rusa Natalia Vodianova, casada con Antoine Arnault, hijo del jefe de la casa de lujo LVMH, evitó tomar posición.
«Como madre, mis pensamientos están con todas las madres que sufren las consecuencias de los recientes acontecimientos en Ucrania y con todas las personas afectadas por este conflicto», escribió en Instagram.
Más rotundo fue el georgiano Demna Gvasalia, director artístico de Balenciaga que de niño huyó con su familia de una guerra contra los separatistas prorrusos en su país. En su Instagram colocó la bandera ucraniana y denunció «la agresión rusa contra Ucrania».
La casa de moda española estará, junto a Dior, Chanel o Saint Laurent, entre las 45 firmas de las 95 inscritas en el calendario oficial que organizarán desfiles ante el público.
Off-White, marca del diseñador estadounidense Virgil Abloh fallecido en noviembre por un cáncer, también vuelve «al presencial» tras dos años de ausencia.
Como señal de un cierto regreso a la normalidad, una pequeña multitud se congregó el lunes por la noche en el centro de París para ver la llegada de las celebridades invitadas como Rihanna.
El encargado de lanzar la Fashion Week fue el Instituto Francés de la Moda, con colecciones de ropa y accesorios de estudiantes a punto de graduarse.
La puesta en escena se hizo en colaboración con la coreógrafa estadounidense Linsey Peisinger, que «tiene una visión muy contemporánea del cuerpo y del movimiento», señaló a AFP Leyla Neri, directora del máster de diseño de moda del IFM.
El Instituto quería dar visibilidad a todos sus estudiantes y por ello escogió una presentación virtual con piezas reales y digitales.
«El metaverso está en proceso de construirse y crecer. Es importante estar dentro», dijo a AFP la estudiante Laure Manhes, que creó una pieza virtual.
Para los jóvenes que empiezan, «está bien tener una visibilidad en línea, son herramientas que dominamos bien». La moda física «no se suprimirá» en beneficio de la virtual, pero «va a evolucionar con esta nueva forma de pensar y comunicar», opinó.
AFP.