El príncipe Harry y Meghan Markle después de un periodo de descanso regresan a la actualidad con un huracán informativo abierto en frentes diversos que todo hace pensar que se va a convertir en el mes «horribilis» para la pareja que desde hace unos meses reside en California.
Las razones de este aluvión de noticias tienen que ver con la próxima publicación en agosto de un polémico libro, «Meghan y Harry en libertad», escrito por dos periodistas, que pone en cuestión la acogida con la que recibieron a Meghan Markle Kate Middleton y el príncipe Guillermo.
Según el libro, la pareja se sentía marginada y no podían confiar en los asistentes de Palacio antes de su ruptura con la monarquía británica, según ha adelantado el diario The Times.
Los autores, corresponsales de realeza, Omid Scobie y Carolyn Durand, aseguran que la pareja no quería salir de la monarquía sino «encontrar su lugar en ella».
Este mes termina también con la disolución definitiva de la fundación Sussex Royal para que sus actividades no se relacionen con la familia real británica ala que dejaron de representar en el mes de marzo, por lo que han creado otra con el nombre Archewell, un nombre con la clara influencia de su hijo, y con la que fomentarán causas benéficas.
Y con dos causas judiciales contra medios de comunicación, la última la solicitada esta semana por parte de los abogados de la duquesa de Sussex, para evitar que los tabloides británicos “Mail on Sunday” y «MailOnline» revelen el nombre de las cinco amigas de la exactriz que dieron una entrevista anónima en su defensa en Estados Unidos.
Meghan Markle ha demandado a la editora Associated Newspapers Limited (ANL) por la publicación de cinco artículos, dos en el dominical «Mail on Sunday» y tres en «MailOnline», en febrero de 2019, aunque el juicio no se espera que comience hasta el próximo año.
Las piezas reproducían extractos de una carta que escribió a mano y envió a su padre en agosto de 2018, cinco meses después de contraer matrimonio con el nieto de Isabel II, un enlace al que Thomas Markle no acudió.
Precisamente, ayer se supo que en ese punto de la demanda la de la revelación de la carta ya se han iniciado los procedimientos previos. Y en esas primeras fasess, el grupo editorial ha ganado el primer combate.
La esposa del príncipe Guillermo va a tener que pagar más de 70.000 euros para cubrir las costas legales, pero aunque lo haga el proceso aún no ha terminado pues quedan por resolver varios puntos legales.
En este contexto, los abogados de Markle acudieron al Tribunal Superior de Londres para impedir que la publicación británica revele quiénes son las cinco mujeres, cuya identidad conocen después de que la defensa de la exactriz las nombrara en un documento confidencial presentado ante la corte este mes y al que los acusados también tuvieron acceso.
Las entrevistas anónimas, publicadas en EE.UU. por la revista “People”, son centrales en la defensa de ANL, ya que justificó la publicación de la carta de Thomas Markle sobre la base de que la duquesa ya había revelado su existencia a través de los testimonios de sus amigas.
No obstante, en una declaración remitida al Tribunal, Meghan aseguró que ella no autorizó a sus amigas a hablar con “People”, sino que fueron ellas mismas las que tomaron la decisión de hablar con la revista para defenderla del “comportamiento intimidatorio de los tabloides británicos”.
Hacer los nombres de dominio público, añadió Markle, no tiene otra razón que conseguir “ganancias comerciales” y supone una amenaza para el “bienestar emocional y mental” de las personas implicadas.
Pero su presencia en los tribunales no termina aquí. El príncipe Enrique y Meghan Markle han presentado, hace unos días, una demanda en los juzgados de Los Ángeles (EE.UU.) contra los paparazzi que sobrevuelan drones sobre su residencia en California para obtener fotografías e imágenes de su vida privada.
La pareja indica que algunos de los reporteros han hecho volar esa tecnología «a apenas 6 metros de su casa» y en ocasiones hasta «tres veces al día».
«Otros han volado helicópteros sobre el patio trasero de la residencia, tan temprano como las 5:30 a.m. y tan tarde como las 7:00 p.m., despertando a los vecinos y a su hijo, día tras día. Y otros incluso han hecho agujeros en la valla de seguridad para mirar a través de ella», afirma el escrito.
La demanda argumenta que trataron de ignorar las imágenes hasta que descubrieron que el objetivo principal de los fotógrafos era su hijo Archie, de 14 meses y justifican la denuncia por «el deseo y la responsabilidad de cualquier padre de hacer lo que sea necesario para proteger a sus hijo».EFE