La dueña de la emblemática casa de Perry Street, Nueva York, conocida por su aparición en la serie Sex and the City, solicitó a las autoridades tomar acciones para detener el constante flujo de visitantes que perturban su vida diaria.
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En una carta enviada a la Comisión de Conservación de Monumentos, la propietaria expresó su cansancio por la constante presencia de fanáticos que tocan el timbre, saltan la cadena de seguridad, intentan mirar por las ventanas y realizan actos de vandalismo.
La propietaria, identificada como Barbara Lorber, adquirió la vivienda en 1978 y lleva casi tres décadas lidiando con el turismo masivo generado por la serie.
Como parte de su esfuerzo por recuperar la tranquilidad, instaló una cadena en la escalinata con carteles que piden silencio, prohíben subir los peldaños y sugieren donaciones a refugios de animales para aquellos que se toman selfies.
Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes. Según Lorber, muchos fanáticos ignoran las restricciones y cruzan la cadena para posar, bailar, o incluso intentar abrir la puerta principal. Algunos han llegado a vandalizar el lugar con pintadas y daños físicos.
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Durante una audiencia pública, la propietaria solicitó permiso para instalar una verja metálica que limite el acceso a la escalinata, declarando que el turismo ha afectado seriamente su calidad de vida.