Un cronograma con el supuesto orden de aparición de nuevas cepas del SARS-CoV-2, el virus causante del covid-19, y los logos de la Fundación Bill y Melinda Gates y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otros, ha sido compartido más de cien veces desde el 8 de julio de 2021. Sin embargo, las variantes surgen de forma impredecible, explicaron expertos a la AFP, y algunas de ellas lo hicieron antes de la fecha indicada en la tabla. Además, los organismos mencionados negaron cualquier vínculo con las publicaciones.
“Vamos a ver si le atinan esto Nostradamus de la PLANDEMIA”, dice una de las publicaciones en Facebook (1, 2, 3), Twitter (1, 2) e Instagram (1, 2) que comparten el supuesto cronograma con la aparición de las variantes de SARS-CoV-2 entre junio de 2021 y febrero de 2023.
A la derecha de la tabla se observan los logotipos de la OMS, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), la Universidad Johns Hopkins y la Fundación Bill y Melinda Gates. Varios de esos organismos han sido blanco de teorías (1, 2) según las cuales la pandemia de covid-19 es un “plan” de control mundial.
El cronograma circuló y generó comentarios en publicaciones en francés, rumano, inglés, indonesio, portugués, georgiano, vietnamita, ruso, árabe y alemán.
La OMS, el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates negaron a la AFP cualquier participación en la elaboración de esta tabla. Por su parte, la Universidad Johns Hopkins no respondió a las solicitudes de la AFP hasta el momento.
“Nunca habíamos visto esta publicación y no estuvimos involucrados en su creación”, afirmó Chloe Laluc, vocera del Foro Económico Mundial, a la AFP el 28 de julio pasado.
Tarik Jašarevic, portavoz de la Organización Mundial de Salud, informó que el cronograma “no es un documento de la OMS”.
La Fundación Gates, por medio de su servicio de prensa, dijo que “estas afirmaciones son falsas”.
Además de los logotipos, llama la atención que la OMS suele enumerar, de un lado, las variantes de interés (VOI) del nuevo coronavirus y, del otro, las variantes preocupantes (VOC). En cambio, en el calendario que circula en redes sociales se incluyen en el presunto orden de aparición, pasado y por venir, iniciando por la más conocida, la variante delta.
La lista oficial de la OMS que aparece en este artículo incluye cuatro variantes preocupantes (alfa, beta, gamma y delta) y cuatro variantes de interés (eta, iota, kappa y lambda).
Según el cronograma publicado en redes sociales, la variante delta estaba programada para su “lanzamiento” en junio de 2021. Sin embargo, esta variante, una de las más contagiosas, fue detectada por primera vez en octubre de 2020, en India, como indica la OMS en su sitio. En abril de 2021 fue considerada como “variante de interés”, y en mayo como una “variante preocupante”. En el calendario no aparecen las variantes alfa, beta y gamma, anteriores a delta.
En septiembre de 2021 sería el “lanzamiento” de eta, en noviembre iota, en diciembre kappa y, en enero de 2022, lambda, según el cronograma. Pero esas variantes de interés fueron detectadas a finales de 2020. En marzo pasado, eta e iota fueron clasificadas como “variantes de interés”, mientras que kappa fue considerada así en abril y lambda, en junio.
Los virus mutan
Los virus mutan regularmente, por lo que la aparición de nuevas variantes no es una sorpresa. Además, surgen al azar, dijeron los científicos entrevistados por la AFP.
Al entrar a una célula, un virus se replica: se copia a sí mismo para propagarse. Cada vez que se replica se producen errores en la copia del genoma del virus, como un “error” informático, pero esto puede tener o no un impacto, mayor o menor, en el comportamiento del virus.
“El virus muta sin intención y luego hay sistemas de selección que hacen que si una variante tiene una ventaja, especialmente si es más contagiosa, gane terreno”, explicó a la AFP Catherine Hill, epidemióloga del Instituto Gustave-Roussy de Villejuif, en Francia, el 14 de julio pasado.
La OMS señala: “Todos los virus cambian con el paso del tiempo, y también lo hace el SARS-CoV-2, el virus causante de la covid-19. La mayoría de los cambios tienen escaso o nulo efecto sobre las propiedades del virus. Sin embargo, algunos cambios pueden influir sobre algunas de ellas, como su facilidad de propagación, la gravedad de la enfermedad asociada o la eficacia de las vacunas, los medicamentos para el tratamiento, los medios de diagnóstico u otras medidas de salud pública y social”.
El organismo sanitario internacional asegura que “sus redes internacionales de expertos” siguen atentamente la evolución de los virus con el fin de “informar a los países y al público de cualquier cambio que pueda ser necesario para hacer frente a la variante y evitar su propagación”.