Publicaciones que afirman que Eslovaquia prohibió el Partido Comunista y lo declaró “organización criminal” han sido compartidas más de 1.000 veces al menos desde el 11 de noviembre de 2020. Sin embargo, el Parlamento eslovaco no ilegalizó al actual Partido Comunista (KSS, por su sigla en eslovaco), sino que declaró al extinto Partido Comunista de Checoslovaquia y a su antigua rama, el Partido Comunista de Eslovaquia, que gobernaron desde 1948 hasta 1989, organizaciones “criminales” y “condenables”. Además, el KSS está actualmente habilitado por el Ministerio del Interior.
“Eslovaquia declara al Partido Comunista como una organización criminal y lo prohíbe”, se lee en las piezas que han sido difundidas en Facebook (1, 2, 3), Instagram (1, 2) y Twitter (1), y que en su mayoría están acompañadas por una captura de pantalla de un artículo del portal BLes, en el que se menciona una ley sancionada el 4 de noviembre de 2020.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Eslovaquia (que en ese entonces junto a la República Checa conformaban Checoslovaquia) fue gobernada por el Partido Comunista de Checoslovaquia (KSČ, por su sigla en checo y eslovaco) desde 1948 a 1989, cuando renunció el mandatario comunista Miloš Jakeš. En 1993, luego de un período de transición, Checoslovaquia se disolvió dando lugar a dos países independientes: la República Checa y la República Eslovaca.
Tres años después de su creación, el Parlamento de la República de Eslovaquia, denominado “Consejo Nacional de la República Eslovaca”, sancionó la ley 125/1996 “sobre la inmoralidad e ilegalidad del sistema comunista” que gobernó el país durante cincuenta años. La norma reconoció a las víctimas del “régimen comunista”, así como su “importante contribución al restablecimiento de la libertad y la democracia” y estableció la colocación de una placa conmemorativa en honor a los “participantes de la resistencia” frente al régimen comunista a la entrada del Parlamento eslovaco, entre otros aspectos.
El 4 de noviembre de 2020, en tanto, el Consejo Nacional de Eslovaquia introdujo una enmienda a la ley 125/1996 a través de la disposición 338/2020, citada en la nota del portal BLes.
Entonces se determinó que “el régimen basado en la ideología comunista” que gobernó Checoslovaquia por casi 50 años fue “inmoral, ilegal, reprobable y destinado a suprimir derechos y libertades fundamentales” que el Partido Comunista de Checoslovaquia y su rama el Partido Comunista de Eslovaquia “eran organizaciones criminales y reprensibles” que “no impidieron que sus miembros y sus asistentes cometieran delitos”, y la prohibición de colocar a partir del 1 de diciembre de ese año “monumentos, memoriales y placas conmemorativas” así como también “textos, imágenes y símbolos” que “celebren, promuevan o defiendan un régimen basado en la ideología comunista”, fascista o nazi.
En ese texto no se habla de prohibición, según detalló el equipo de verificación de la AFP en Eslovaquia.
Por su parte, actualmente el partido comunista KSS está inscripto en el registro de agrupaciones políticas eslovacas desde 1991, que está publicado en el sitio web del Ministerio del Interior. No obstante, su peso político es relativo ya que no cuenta con representación parlamentaria desde 2006.
Luego de la sanción de la enmienda en 2020, el KSS publicó un comunicado en el que afirmó que la norma “muestra señales visibles de totalitarismo y fascismo”.