Una carta dirigida al Colegio de Médicos de Valencia (España) circula en redes sociales desde mediados de julio de 2021, compartida por cientos de personas. En ella se leen quejas, supuestamente de médicos, sobre la vacunación contra el nuevo coronavirus. En la misiva, entre otras frases, aparece: “El 10% de los pacientes que están entrando en Urgencias son personas vacunadas”. Pese a lo que afirma el texto, las vacunas no se están administrando “indiscriminadamente” y éstas no requieren prescripción médica porque su administración es voluntaria en España, aunque los médicos la pueden recomendar o no. Por último, toda persona vacunada puede registrar eventuales efectos secundarios en una página web de acceso público.
“Médicos y sanitarios de Valencia denunciando lo evidente”, encabeza esta entrada junto a una imagen de la carta viral, que también circuló en Twitter: “Carta dirigida al colegio de médicos de Valencia (…) que ha sido registrada firmada por varios médicos diciendo la verdad sobre los ingresos en los hospitales”.
Una portavoz del órgano valenciano aclaró a AFP Factual a través de correo electrónico que la carta “no ha sido emitida por el Colegio de Médicos” y remitió a la pegatina que aparece en la parte inferior derecha del documento, de “registro de entrada”. “Es un escrito que una persona ha presentado al Colegio y, como todos los documentos que ciudadanos y colegiados presentan en la institución colegial, se le da un número de entrada al documento para que quede registrado”, dijo, sin aclarar si el Colegio había respondido a la misiva.
A continuación, las principales afirmaciones de la carta viral verificadas:
“Esta sustancia, aún en fase de experimentación, se está administrando indiscriminadamente a todo el mundo sin prescripción médica, simplemente aconsejada por el gobierno” : Engañoso
Las vacunas, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), cumplen con las garantías de calidad, seguridad y eficacia. La fabricación y distribución de vacunas están vigiladas a nivel nacional, europeo e internacional. Primero se prueban en animales y después se hacen ensayos clínicos, en personas. AFP Factual resumió el proceso en artículos como este o este.
Tras la fase preclínica, comienzan los ensayos clínicos sobre humanos una vez comprobado que el beneficio supera los riesgos de la vacuna.
En una primera fase de esos ensayos, decenas de voluntarios observan los posibles efectos secundarios frecuentes y con ellos se determina la dosis correcta de vacuna, midiendo los anticuerpos que generan.
En la fase dos, que dura varios meses, con cientos o miles de voluntarios se valora la seguridad de una vacuna de manera más profunda, así como su capacidad para generar respuesta inmunitaria.
En la fase tres, que involucra a miles o decenas de miles de voluntarios, intervienen varios países y varios lugares de un mismo país para vigilar a dos grupos: los que reciben la vacuna real y los que reciben un placebo para saber si la vacuna es eficaz.
Una vez que se establece la eficacia de la vacuna, se autoriza su administración, siempre que las autoridades de cada país den luz verde. La AEMPS lo explica aquí.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) registra los desarrollos de las diferentes vacunas, así como los tratamientos llevados a cabo. “Antes de ser puestas a disposición para su compra y uso, cualquier vacuna experimental contra la COVID-19 debe cumplir los rigurosos requisitos y los umbrales de prueba de la evaluación científica de la Agencia Europea de Medicamentos para recibir la autorización de comercialización. Dichos requisitos no difieren de los de cualquier otra vacuna producida y utilizada en la UE”, según la agencia europea.
Por otra parte, la vacunación contra el coronavirus no ha sido “simplemente aconsejada por el gobierno”: la Organización Mundial de la Salud (OMS), médicos españoles y organismos sanitarios de otros países también apuestan por la inmunización de la población para frenar la pandemia.
Un estudio en España sobre las vacunas de ARNm contra el covid-19 en residencias de mayores publicado en junio de 2021 y elaborado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y el Ministerio de Sanidad detalló que su efectividad ha sido del 71% frente a la infección sintomática y asintomática por SARS-CoV-2, del 88% en la prevención de hospitalizaciones y del 97% en evitar fallecimientos.
“El 10% de los pacientes que están entrando en Urgencias son personas vacunadas con efectos secundarios graves, muchos de ellos de por vida. Y estos casos no se está permitiendo reportarlos a la AEM cuando es nuestra obligación” : Engañoso
Según la vigilancia estatal española sobre las vacunas, “hasta el 11 de julio de 2021” se registraron “32.901 notificaciones” de efectos adversos de las mismas. “Los acontecimientos más frecuentemente notificados siguen siendo los trastornos generales (fiebre y dolor en la zona de vacunación), del sistema nervioso (cefalea y mareos) y del sistema musculo-esquelético (mialgia y artralgia)”, según el último boletín de la AEMPS, publicado el 27 de julio.
AFP Factual no encontró cifras de pacientes ingresados en urgencias españolas tras recibir la vacuna, pero el propio informe de la AEMPS destaca que se habían administrado hasta el 11 de julio 47.780.916 dosis en España. De las 32.901 notificaciones de acontecimientos adversos, “6.390 fueron consideradas graves”, entre las que se incluyen 254 fallecimientos. “En la gran mayoría de los casos notificados en España, el fallecimiento se puede explicar por la situación clínica previa del paciente y/u otros tratamientos que estuviera tomando”, establece el texto oficial.
Ciudadanos y profesionales del sector sanitario pueden reportar en esta página web los efectos secundarios adversos sufridos tras la aplicación de alguna de las vacunas aprobadas en España. La EMA dispone de una base de datos europea donde se registran las notificaciones “de pacientes, profesionales de la salud e investigadores”, aunque en el caso de los pacientes siempre deben informar a las autoridades sanitarias de su país directamente.
El médico está “sin posibilidad de decidir si prescribe o no la vacuna a sus pacientes, de dar el correcto derecho a un Consentimiento Informado, dejando la responsabilidad de vacunarse o no y la responsabilidad de algún efecto indeseado a los ciudadanos”: Engañoso
La vacunación contra el coronavirus en España no es obligatoria.
La recomendación internacional es, en caso de duda (como reacción alérgica grave a alguna vacuna con anterioridad) consultar con un médico antes de vacunarse contra el covid-19. Este informe del Ministerio de Sanidad español, que da cuenta de efectos adversos “moderados o leves” tras las vacunas, incluye contraindicaciones a las vacunas y tanto la página española como otras regionales animan a consultar con el personal clínico si una persona tiene dudas respecto a la vacuna.
En cuanto a niños y adolescentes, la vacunación en España por ahora sólo se aplica a personas “con condiciones de muy alto riesgo en situación de gran dependencia”.
La vacunación no elimina los contagios, que en España fueron elevados en junio y julio de 2021, pero bajaron las muertes. Pese a la variante delta, la cantidad de muertes por covid-19 no alcanza los niveles de la primera ola, mientras la vacunación avanza en Europa.
En el caso de los mayores de 65 años, que en España están en una gran mayoría inmunizados con la pauta completa de vacunación, el número de casos por cada 100.000 habitantes es más bajo que el que suma todas las edades, incluyendo franjas etarias sin vacunar o sin la pauta completa.