«Vengo a pedir un debate científico”, clamó el diputado uruguayo César Vega durante una conferencia de prensa el 29 de julio pasado en el Palacio Legislativo. Allí demandó que se discutieran supuestas incongruencias y situaciones sospechosas que ponen en tela de juicio la existencia de una pandemia y la necesidad de la vacunación contra el covid-19. Pero la mayoría de los argumentos que utilizó para sostener su posición son falsos y se basan en teorías conspirativas que han circulado ampliamente a lo largo del último año.
En su presentación, el diputado del Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI) se refirió a la pandemia de covid-19 como “plandemia”, expresión utilizada por quienes creen que la crisis sanitaria fue fraguada para encerrar a la población y obligarla a vacunarse, y planteó el deseo de impulsar un debate con científicos y gobernantes para que expliquen por qué hay fenómenos de magnetismo en personas que se hicieron test PCR o se vacunaron, o qué conclusiones pueden ofrecer acerca de supuestos decesos generalizados tras la inmunización.
Sin embargo, Vega hizo varias interpretaciones sesgadas o erradas de documentos científicos, y citó también a referentes y artículos que ya han sido largamente desacreditados por difundir información falsa o engañosa acerca del covid-19 y las vacunas disponibles para prevenirlo.
A continuación, las principales declaraciones del diputado verificadas.
La “farsa” de los PCR
Vega abrió su exposición con cuestionamientos hacia las pruebas PCR como método para detectar el SARS-CoV-2. Llamándolas “controvertidas”, dijo que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) habían “retirado la solicitud a la FDA para la autorización de uso de emergencia del diagnóstico RT-PCR” en ese país, y también que la institución había admitido “tácitamente” que las pruebas PCR no distinguen entre el coronavirus y el virus de la influenza o gripe.
Las afirmaciones son falsas. “La FDA no ha emitido ninguna declaración que cuestione la confiabilidad de los resultados de las pruebas de PCR en general”, confirmó a AFP Factual la jefa de comunicaciones en español de la oficina de prensa internacional de la FDA, Gloria Sánchez-Contreras para una verificación publicada el 2 de julio pasado.
La organización también dijo a la AFP que retiraría una solicitud de Autorización de Uso de Emergencia de una prueba PCR desarrollada al principio de la pandemia, llamada “CDC 2019 Novel Coronavirus (2019 nCoV) Real-Time RT-PCR Diagnostic Panel”. La medida, sin embargo, no se debe a problemas de rendimiento sino a que la demanda de dicha prueba disminuyó con la aparición de procedimientos de mayor tecnología. El comunicado de los CDC incluye un enlace a la FDA con una lista de otras pruebas diagnósticas posibles, entre las que sigue contemplándose en primer lugar a los test PCR.
La institución, por otro lado, nunca sugirió que las pruebas PCR confundieran SARS-CoV-2 y el virus de la influenza. Dicha afirmación parte de una malinterpretación del mismo anuncio, en el que los CDC «animan a los laboratorios a considerar la adopción de un método multiplexado que pueda facilitar la detección y diferenciación de los virus del SARS-CoV-2 y de la gripe».
Una portavoz de los CDC precisó que la agencia se refería a pruebas que pueden identificar tanto el SARS-CoV-2 como los virus de la gripe al mismo tiempo, y que eso no significa que otras pruebas confundieran ambos virus.
Afirmaciones de que los test PCR son inespecíficos y dan una “epidemia de falsos positivos” han circulado durante toda la pandemia y ya han sido verificadas por AFP Factual aquí y aquí.
En Uruguay, el SARS-CoV-2 es una “teoría”
“No tenemos [en Uruguay] laboratorio del tipo que podría estar trabajando con este virus aislado. Nos estamos manejando a pura teoría”, afirma Vega.
En efecto, Uruguay no cuenta aún con un laboratorio de bioseguridad habilitado para y apto para aislar un virus. El Centro Regional Litoral Norte Salto de la Universidad de la República ha instalado uno, que todavía no cuenta con las aprobaciones internacionales para su uso.
Esto no significa, sin embargo, que el SARS-CoV-2 no pueda identificarse o no haya sido secuenciado.
La doctora en inmunología María Moreno, del departamento de Desarrollo Biotecnológico de la Universidad de la República del Uruguay, dijo a la AFP para esta verificación que es falaz suponer que sin un virus aislado en un laboratorio no se pueda hacer, por ejemplo, un test para detectar dicho virus. “Para identificar el virus no necesitas tenerlo aislado; solo necesitas una muestra inactivada de la cual puedas amplificar una parte de su material genético o, en algunos casos, hasta buscar alguna proteína del propio virus de manera específica, como hacen los test rápidos de detección”.
La idea de que el SARS-CoV-2 no ha sido aislado o que es un “constructo informático” ha circulado a lo largo de la pandemia y ya ha sido verificado por la AFP (1, 2, 3).
Grafeno y óxido de grafeno
Vega dijo que en la plataforma de producción de las vacunas contra el covid-19 se están usando productos como el grafeno y el óxido de grafeno. La afirmación también es falsa.
Teorías acerca de «ingredientes» sospechosos o secretos en las inmunizaciones contra el covid-19 comenzaron a circular meses antes de la aprobación de emergencia de las primeras vacunas, en diciembre de 2020. Sin embargo, sus componentes no son secretos. Cualquier interesado puede consultar los de Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Sputnik V o Sinopharm, por dar algunos ejemplos. Ninguna de ellas contiene grafeno o sus derivados.
«El grafeno no es soluble, por tanto, un dispositivo de grafeno no se podría inyectar en disolución», dijo a AFP Factual Diego Peña, investigador del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares, España, para esta verificación. «Si hubiese grafeno las vacunas serian suspensiones de color oscuro».
El óxido de grafeno, por su parte, «se está probando con fines biomédicos, incluso para vacunas, pero estas aplicaciones están todavía en fase experimental y aún hay una larga espera antes de que estén disponibles comercialmente tras los ensayos clínicos», dijo a la AFP el profesor Hong Byung-hee, experto en nanomateriales de la Universidad Nacional de Seúl.
Casos de miocarditis en jóvenes vacunados
Vega alertó sobre los riesgos de vacunar a los jóvenes contra el covid-19 aludiendo a casos de miocarditis registrados tras recibir vacunas de ARN mensajero en Estados Unidos.
Como AFP Factual abordó en esta verificación, todavía se desconocen los motivos por los que algunos adolescentes han desarrollado miocarditis tras recibir ese tipo de vacunas. Leslie Cooper, director de Medicina Cardiovascular de la Clínica Mayo, Florida, dijo en un video informativo de la institución publicado el 29 de junio pasado que “podría tratarse de una reacción inmune a los componentes de la vacuna”. Añadió que la recuperación de una miocarditis por vacuna tiene un pronóstico muy favorable, y que los casos de la afección son de 1 en 100.000, un riesgo mucho menor que el de contraer miocarditis tras una infección por covid-19.
De acuerdo con los CDC, que el propio Vega cita, “los beneficios conocidos y potenciales de la vacunación contra el covid-19 superan los riesgos conocidos y potenciales, incluido el posible riesgo de miocarditis o pericarditis. Además, la mayoría de los pacientes con miocarditis y pericarditis que recibieron atención respondieron bien al tratamiento y al reposo y se sintieron mejor rápidamente”.
Ya en marzo de 2020, la Sociedad Uruguaya de Cardiología advertía acerca de las complicaciones cardiovasculares relacionadas con el covid-19.
Mascarillas, OMS y acidificación de la sangre
En la conferencia, Vega leyó un fragmento de este documento de junio de 2020 publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para sugerir que la institución le ha restado efectividad al uso de mascarillas para prevenir el contagio de covid-19.
El documento no descarta en absoluto el uso de tapabocas. En cambio, afirma que se trata de una medida que debe sumarse a otras para evitar la difusión de la enfermedad, como el distanciamiento físico.
En el inicio de la pandemia, la entidad enfocó sus consignas en evitar el mal uso de las mascarillas y priorizar que las utilice el personal sanitario, enfermos y cuidadores, como se puede ver en estas guías clínicas de enero y abril de 2020. Pero el 5 de junio, la OMS publicó el documento citado por Vega, recomendando el uso de estas en la población general.
Se puede leer más acerca de la posición de la OMS respecto de las mascarillas en esta verificación de la AFP.
El diputado Vega también asegura que usar tapabocas “acidifica la sangre” y entorpece el proceso respiratorio. La afirmación es falsa. El médico hematólogo argentino Daniel Sutovsky dijo a la AFP para esta verificación que una mascarilla no desencadena una acidosis o una insuficiencia respiratoria por inhalación de dióxido de carbono. “El CO2 se difunde a través de la tela”, señaló el especialista.
AFP Factual ha desmentido ya varios mitos acerca de supuestas consecuencias sobre la salud del uso de tapabocas (1, 2).
“Los casos de muerte se disparan tras la vacunación”
“No estoy diciendo que la gente se muere por la vacuna. Estoy diciendo que esto tiene que ser investigado”, dice Vega, para luego afirmar que hay una relación llamativa entre el aumento de muertes y la vacunación en Uruguay y en el mundo. Esta apreciación es falaz.
La inmunización en Uruguay comenzó el 1º de marzo de 2021 con quienes integrarían los equipos de vacunación. Al 30 de julio de 2021 tres vacunas se han aplicado en el país: CoronaVac, AstraZeneca y Pfizer/BioNtech.
De acuerdo con el monitor de datos de vacunación contra el covid-19 del Ministerio de Salud Pública, más de 2,21 millones de personas ya están completamente vacunadas, lo que significa el 62,41% de la población. La inmunización de la farmacéutica china Sinovac es la más aplicada en el país, con 3,21 millones de dosis según datos del Ministerio de Salud de Uruguay y el proyecto Our World in Data, de la Universidad de Oxford.
El último estudio disponible sobre la vacunación en Uruguay, divulgado el 3 de julio pasado por el Ministerio de Salud, detalla datos sobre la reducción de casos, muertes e internaciones en CTI relativos a cada vacuna 14 días después de su aplicación.
Durante varias semanas de abril y mayo Uruguay encabezó el ranking de fallecimientos, con la mayor cifra de muertes diarias en relación a su población, alcanzando el récord de 79 muertos el 15 de abril pasado.
La doctora en inmunología María Moreno dijo a la AFP el 10 de julio pasado que, “como primer efecto de la vacunación, se observó una bajada drástica en el ingreso de personas completamente vacunadas a CTI. Y eso ahora se está reflejando en una bajada en números de fallecidos”.
Moreno precisó que el impacto de la vacunación en la disminución del número de fallecidos solo puede observarse cuando se adquiere la inmunidad completa contra el virus, es decir, dos semanas después de aplicada la segunda dosis. “En Uruguay, las poblaciones de mayor riesgo (mayores de 80 años) comenzaron a vacunarse a finales de marzo (régimen de 0 y 28 días), por lo que el impacto en esa población en ingreso a CTI sólo podría observarse a partir de mediados-finales de mayo”. Y agregó:
La especialista remarcó también que la caída de casos no puede explicarse de otro modo que no sea por la vacunación, ya que el gobierno uruguayo ha ido habilitando la realización de actividades públicas, bajo ciertas condiciones, a pesar de la situación epidemiológica. Los pocos ingresos a CTI de personas completamente inmunizadas es la prueba más contundente de que las vacunas funcionan, destacó Moreno.
El siguiente cuadro, elaborado por el Grupo Uruguayo Interdisciplinario de Análisis de Datos (GUIAD) de covid‑19, da cuenta de la caída de fallecimientos en Uruguay por la enfermedad desde el inicio de la emergencia sanitaria hasta el 28 de julio de 2021. Los datos completos pueden consultarse aquí.
La ivermectina no ha probado ser eficaz contra el covid-19
Si bien sugiere que la pandemia es una farsa, Vega asegura que India se “está salvando” gracias a la ivermectina, lo mismo que África. También cita el caso del uso del medicamento en Argentina.
Lo cierto es que la ivermectina, un antiparasitario de amplio espectro, no ha probado su eficacia para prevenir el covid-19, como ya verificó AFP Factual (1, 2).
En junio pasado, la Dirección General de Servicios Sanitarios (DGHS) del Ministerio de Sanidad y Bienestar Familiar de India publicó directrices para dejar de utilizar la ivermectina en el tratamiento del covid-19. Sin embargo, sí sigue figurando en otros protocolos sanitarios del país, que está lejos de “haberse salvado” de la enfermedad, como sugiere Vega.
Rumores acerca de la eficacia para prevenir y tratar la enfermedad que supuestamente tiene el medicamento han circulado a lo largo de la pandemia.
No obstante, la OMS desaconseja su uso debido a la falta de datos concluyentes, y tanto en Estados Unidos como en Europa y en Argentina, la droga solo está aprobada como antiparasitario. En las provincias de Corrientes, Misiones, Salta, Tucumán y La Pampa, no obstante, se administra como tratamiento y como método profiláctico.
El “estudio” de la Junta Argentina de Revisión Científica
Vega citó el informe de la así llamada Junta Argentina de Revisión Científica como un documento de referencia sobre las vacunas.
Esa entidad, integrada por médicos argentinos que han difundido información falsa a lo largo de la pandemia, no figura en el Registro Nacional de Sociedades y su presencia online se reduce a cuentas en redes sociales (1, 2, 3) con poca actividad.
Llamado “Cronología Target Vacuna contra COVID-19”, ese informe de 2020, que no ha sido sometido a revisión por pares ni a ningún otro procedimiento estándar para evaluar la calidad e idoneidad de una publicación científica, dice contener “devastadoras conclusiones” sobre las vacunas contra el coronavirus, a las que describe como un peligro para el futuro de la humanidad.
AFP Factual ya ha verificado como falsas varias afirmaciones de dicho documento, en el que se asegura que las vacunas inciden sobre la fertilidad masculina y que la OMS modificó convenientemente la definición de pandemia para incluir la de coronavirus.
Magnetismo en vacunados y testeados
Vega llevó a la conferencia de prensa a dos mujeres a las que supuestamente se les “pegan cosas en el cuerpo” tras haber pasado por una prueba PCR o recibido una vacuna contra el covid-19 y también contra la gripe.
Las mujeres hicieron la prueba de que estaban “magnetizadas” frente a cámaras de varios medios (1, 2, 3). Lo cierto es que los objetos se adhirieron a sus pieles tras varios intentos.
Ni las vacunas contra el covid-19 ni ningún otro tipo de vacuna genera atracción magnética. AFP Factual ya verificó esta desinformación, que dio la vuelta al mundo y se viralizó en varios idiomas.
Thomas Hope, investigador de vacunas y profesor de biología celular y del desarrollo en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, dijo a la AFP: «No hay nada en las vacunas con lo que un imán pueda interactuar; hay proteínas, lípidos, sales, agua y sustancias químicas que mantienen el pH. Eso es básicamente todo».
Con él coincidió el doctor Nicolás Torres, del Laboratorio de Inmunopatología del IBYME-CONICET, Argentina. «En las vacunas hay material genético, proteínas, algún azúcar. Y ninguna de estas moléculas tiene propiedades magnéticas fuertes como para pegar un imán», dijo a AFP Factual.
Tampoco es cierto que los test PCR contengan nanopartículas capaces de “magnetizar” y AFP también verificó esa desinformación en un artículo publicado en junio pasado.
En esa oportunidad, Francisco Sánchez, profesor titular del departamento de Física de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, Investigador Superior del CONICET y director del Grupo de Magnetismo y Materiales Magnéticos (G3M), señaló la imposibilidad de que un hisopo pudiera “implantar” un material capaz de imantar. “Un poco de nanopartículas de hierro u otro metal magnético, o de óxidos magnéticos de Fe, Co, etc. no podrían sostener el peso de un imancito ni de un cuerpo ferromagnético de dimensiones similares”, explicó a AFP Factual. “Para que el imán se adhiera a la nariz mediante fuerza magnética sería necesario meter dentro de la nariz muchas nanopartículas, otro imán, o un trocito de hierro o de acero por ejemplo. Estimo que ello sería muy incómodo y peligroso”, señaló Sánchez.
Con él coincidió el físico uruguayo Nicolás Wschebor, quien dijo entonces a la AFP que el tamaño, la forma y el peso de un hisopo impiden que sea viable incluir allí “material magnético con los volúmenes necesarios como para generar un efecto significativo de magnetización en el rostro”.
Wschebor agregó que existen nanopartículas con propiedades magnéticas grandes, pero “nunca lo suficientemente grandes como para conseguir que a través de un hisopo o jeringa se generen efectos macroscópicos de imantación en el rostro o el brazo. Eso no es viable”.
Por su parte, Francisco Sánchez ofreció una explicación sobre la adherencia del material en la piel: “El imán es plano y delgado, es decir, sus caras tienen una importante superficie en relación a su peso. Con la grasa natural de la piel, que suele haber en la nariz, es muy fácil dejar pegado uno de esos imanes en la parte superior y lateral de la nariz. Lo mismo pasa con un botón o cualquier otro cuerpo plano y delgado de pequeñas dimensiones. Cualquiera puede hacer la prueba. Eso sí, sin lavarse la cara porque el jabón quita la grasa y el truco ya no funciona».
El fact-checking
“Están los fact-checkers esos, que están también acá en el Uruguay, que están estudiándonos con algoritmos pero nos tienen identificados”, lamentó Vega.
Durante la pandemia, los verificadores de información han sido señalados en múltiples ocasiones como censores que trabajan para “ocultar” información inconveniente a los grandes poderes.
La Red Internacional de Fact-Checking (IFCN, por sus siglas en inglés), de la que AFP Factual es parte, nació en 2015 (años antes de la pandemia de covid-19) con el objetivo de promover buenas prácticas en el ejercicio de la verificación de hechos para colaborar en el fortalecimiento de la credibilidad del periodismo. Entre sus principios ocupan un lugar protagónico los esfuerzos hacia la transparencia y la imparcialidad.
Las denuncias que apuntan contra la IFCN y las organizaciones de fact-checking sugieren que cuentan con el apoyo “oculto” de determinados financistas, cuando en realidad el apoyo es abierto y diverso.
AFP Factual cuenta por su parte con una metodología de trabajo que incluye llegar a la fuente de la información (o desinformación), contrastar datos y consultar referentes.