Leonela Mogollón, venezolana de 23 años, decidió emprender en Uruguay con una actividad que había aprendido en su país natal: La pastelería. Sin embargo, quiso darle un toque diferente, dando como resultado tortas con frases jocosas que a cualquiera le llaman la atención.
La joven, oriunda de Maracay, contó a El Pitazo que decidió dejar su país debido a la crisis política, económica y social. «Migré en enero del 2018. Siempre he sido una persona bastante inquieta, y las condiciones eran sin duda un obstáculo para lograr mis metas (…) Elegí Uruguay porque mi hermano Leo, quien es socio y mano derecha de Bake a Note (@BakeANote) estaba acá desde hace algunos años».
«Desde los 17 años decidí emprender en el mundo de la pastelería junto a otras dos personas de las que aprendí muchísimo, vendiendo cupcakes, galletas y tortas en la urbanización en la que residía. Al mismo tiempo, también continuaba por mi cuenta un emprendimiento de productos dentales. Ambos emprendimientos fracasaron después de unos meses por la situación del país», contó.
Estando ya en Montevideo, la joven decidió emprender nuevamente en enero de 2019, ante la desesperación de generar ingresos para costear el alquiler y demás gastos básicos.
«Siempre tuve la idea de volver a la pastelería, pero me desmotivo la idea de hacer más de lo mismo, hasta que vino esta grandiosa idea a mi mente, crear algo diferente», mencionó.
La pastelera comenzó a buscar inspiración en internet y comenzó a crear tortas con frases como «Me encanta la curva de tu naríz»; «Ámate siempre, te queda precioso».
«‘You feel, we bake’ (tú sientes, nosotros horneamos) es nuestro lema. Lo personalizadas que pueden llegar a ser nuestras tortas, a parte de lo ricas que son, es lo que atrae a mi hermoso público», indicó.
La mayoría de los clientes de Leonela han sido uruguayos, pero no significa que los venezolanos no hayan disfrutado del sabor de sus tortas.
«Me enamoré de este país, sus paisajes, vibra, gente, cultura, y por supuesto, la facilidad y la accesibilidad de sus políticas migratorias. Entiendo lo difícil que es llegar a otro país como migrante y tener un estatus regular. Uruguay es el destino soñado para quienes no quieren complicarse con eso, prácticamente te reciben con una alfombra roja y te tratan como si fueras parte de ellos».
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