Para la venezolana Carmen Victoria Zambrano Bello, tocar con su violín las melodías de Beethoven, Tchaikovsky o Piazzola es parte de una práctica diaria que ya da frutos. En los últimos seis meses, la joven de 27 años oriunda del originaria del estado Guárico, ganó dos premios en prestigiosas competencias internacionales de música y hoy afianza su carrera como solista en España.
El medio digital El Pitazo reseña su historia:
Zambrano nació y creció en San Juan de los Morros, estado Guárico, pero desde hace casi cuatro años vive en Madrid, España, desde donde hoy se abre camino con su música en el Viejo Continente, sin olvidar por completo el sentir venezolano.
El segundo lugar en la tercera edición del Làszlò Spezzaferri International Music Competition, correspondiente a 2021, fue el premio alcanzado el pasado mes de mayo por la impetuosa y carismática Carmen, única latinoamericana galardonada en este selecto concurso italiano.
Disciplinada y con una pasión desenfrenada, la violinista criolla superó una vez más sus expectativas y demostró que no había sido casualidad su primera conquista, en el evento The Night in Madrid International Youth Music Festival, el pasado diciembre de 2020, donde obtuvo el primer lugar y una mención honorífica por la adaptación de un Pajarillo —género musical típico de Venezuela.
Inspiración
La joven guariqueña recuerda a sus padres como los primeros en despertar su habilidad musical. “Uno puede tener naturalidad para muchas cosas, pero si mis padres no hubiesen invertido tanto amor y constancia en mí, difícilmente hubiese sido música”.
Zambrano guarda en su memoria emotivos recuerdos de su padre, quien fue asesinado en 2011 y es una de sus principales inspiraciones para seguir tocando el violín y triunfando cada día.
“Mi padre tenía dones de músico, cantaba muy bien y tocaba guitarra. De pequeña, él y mi madre me estimulaban mucho a nivel musical hasta que un día decidieron inscribirme en la escuela de música”, recuerda la violinista venezolana.
Influencia musical
Carmen Zambrano es otro ejemplo exitoso del Sistema de Orquestas de Venezuela. Se inició en el núcleo de San Juan de los Morros con tan solo 5 años y luego encontró a quienes la ayudaron a ser la violinista que hoy les regala alegrías a millones de venezolanos en medio de una compleja crisis humanitaria.
Beatriz Velazco, Heemath Jahoor y Valeria Zorina son tres maestros influyentes en la vida musical de Carmen. Velazco fue su primera profesora de violín; Jahoor, quien la rescató, a través de la música, de una profunda depresión luego de la muerte de su padre; y Zorina es quien la ha educado musicalmente desde su llegada a España.
“Valeria Zorina ha sido una influencia musical y humana impresionante; es uno de mis más grandes referentes. Realmente con cada profesor y maestro, cada clase para mí es un crecimiento personal y como músico”, resaltó.
Volver a Venezuela
La satisfacción de obtener un premio internacional como violinista fue un sueño cumplido para Carmen, quien pese a estar lejos de su país natal, lo lleva consigo en cada puesta en escena.
Carmen estuvo en México antes de radicarse en España. Forma parte de la diáspora venezolana y su camino, labrado por las notas de su violín, ha sido exitoso. “España y México, los dos países donde he vivido, me han recibido tan bonito que no tuve problemas para adaptarme. Aprender de diferentes culturas me ha hecho crecer como persona y además, gracias a que la música es un idioma universal, todo ha sido más fácil”, comenta.
“Añoro de una manera increíble a mi familia, pero los veré más pronto que tarde, así que vivo esperanzada con eso”, sostiene Zambrano, quien antes de vivir en la tristeza de extrañar, decide vivir convencida que un día no muy lejano volverá a Venezuela para abrazar a sus seres queridos, en especial a su madre.
La constancia y la disciplina son aristas fundamentales que determinan el crecimiento integral de Carmen, quien reconoce que pese a graduarse de abogada, se dedicó por completo a la música.
“He invertido y sigo invirtiendo cada minuto de mi tiempo en la música. Además de ser solista, tengo un dúo de violín, así que mi tiempo se va en eso; me despierto pensando en música y me acuesto pensando en ella”, afirma.
Por los pronto, Carmen se dedicará a seguir sus proyectos, que tienen como base el estudio de la música. “Aquí he hecho amistad con muchos venezolanos y españoles, así como de otras nacionalidades”, resalta quien estudia interpretación solista en la escuela superior de música Katarina Gruska, bajo la mirada de la maestra de violín y pedagoga internacional Valeria Zorín.
Con información de El Pitazo