La venezolana María Carolina Santana Caraballo-Gramcko se popularizó en redes sociales la noche de este domingo 25 de abril durante la gala de los Premios Oscar, tras la victoria de su equipo en la categoría Mejor Edición de Sonido por la película Sound of Metal (El sonido del metal).
Una suma de esfuerzo y superación fundamental que se traduce en otra historia de éxito de emigrantes de venezolanos que empieza así: A los 17 años, María Carolina quería terminar el bachillerato en el Colegio Integral El Ávila para estudiar Composición en el Instituto Universitario de Estudios Musicales (Iudem), una formación que combinaría con sus clases en la Escuela Superior de Audio y Acústica en Chacao.
Pero todo cambió cuando se presentó la oportunidad de estudiar francés en París: llegó como niñera a casa de una familia amiga de sus padres para practicar el idioma y a partir de ese momento sintió que su vida ya no sería la misma.
«Podía estudiar francés y regresar. Una experiencia importante para alguien con 17 años. Pero París fue un mundo de ensueño que me abrió sus puertas, una de las mejores oportunidades de mi vida. Llegar a una ciudad, a un país donde respirabas arte me cambió la vida. Quedarme ha sido una de las mejores decisiones que me tomado», expresó en una reciente entrevista para Crónicas de Chile la caraqueña de 31 años.
María Carolina siempre destaca la figura de su abuelo, Manuel Henrique Caraballo-Gramcko, como inspiradora. Él, ingeniero de sonido, amante del cine y la música, participó en la grabación de importantes producciones discográficas en el país, entre ellas de Billo’s Caracas Boys.
Hoy, su nombre aparece en los créditos de producciones como El oficial y el espía de Roman Polanski, El cuervo blanco de Ralph Fiennes; Van Gogh, a las puertas de la eternidad de Julian Schnabel, entre otras películas y documentales.
En París, Santana fue la técnica responsable del estudio donde trabajó el equipo a cargo de Nicolas Becker. En Los Ángeles asumió la instalación de las salas en las que iban a trabajar y luego asumió el montaje de los sonidos directos de la película (que se graban sincronizados con la cámara), de la música, del sonido de los conciertos y de las transiciones del protagonista de la película hacia la pérdida de la audición.
Con información de Crónicas de Chile.