La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informó este sábado que siete migrantes haitianos fallecieron varados desde enero en la frontera de Perú y Bolivia .
Iris Baño Romero, oficial de comunicaciones de la Acnur Perú, dijo a la AFP que «en las últimas tres semanas ha habido siete personas haitianas fallecidas en el sur».Seis de las muertes, que incluyen a un menor de edad, ocurrieron en Desaguadero, una pequeña población que conecta Perú y Bolivia a través de un puente en Los Andes sudamericanos. El séptimo fallecimiento se produjo en Juli, también en la frontera con Bolivia.
Los haitianos, explicó Baño Romero, perdieron la vida por una mezcla de situaciones como el difícil acceso a alimentos, cobijo y alojamiento, y a las condiciones climáticas en este pueblo frente al lago Titicaca, 3.800 metros de altura con temperaturas extremas entre los 3 grados y los 14 grados Celsius.
Además hay otras dos personas hospitalizadas desde el jueves con neumonía y una de ellas en estado crítico.
«La comunidad en Desaguadero ha sido muy generosa, ha intentado apoyarlos con alimentos, y servicios de salud, tanto los locales como las autoridades», subraya Baño Romero.
Desde Acnur acotan que la tendencia general es que estos ciudadanos haitianos ya habrían pasado varios años en Chile o Brasil, «y están en Perú de tránsito, con la intención en muchos casos de seguir su viaje hacia Estados Unidos».
El organismo de la ONU también señaló los bloqueos han generado problemas económicos para habitantes locales e inmigrantes venezolanos.
«Hemos visto que tanto la comunidad local como de personas venezolanas refugiadas que viven en el sur tienen problemas para acceder a alimentos, a necesidades básicas como pagar el alquiler, el gas (que ha subido de precio) u otros servicios», relató la oficial de Acnur.
Las barricadas en el puente internacional de Desaguadero, en el sur del lago Titicaca, son uno de los cortes que permanecen activos en Perú en el marco de las protestas contra el gobierno de la presidenta Dina Boluarte
El 7 de diciembre, la entonces vicepresidenta reemplazó a Pedro Castillo luego de ser destituido y arrestado tras un fallido intento de disolver el Congreso y gobernar por decreto.
Vía AFP