Al menos 73 migrantes murieron al hundirse el barco en el que viajaban frente a las costas de Siria, indicó este viernes el ministro de Salud sirio, en el naufragio más mortífero de los últimos años para Líbano, de donde había zarpado la embarcación.
«En un balance aún provisorio, el número de víctimas del naufragio se establece en 73, mientras que 20 personas son atendidas en el hospital Al Basel» en Tartús, ciudad costera siria, declaró Hassan Al Ghubach en un comunicado.
Esta cifra de fuentes sirias fue dada a conocer después de que el ministro libanés de Transporte, Ali Hamie, informase de 61 muertos.
El ministro libanés dijo que más de 100 personas, en su mayoría libaneses y sirios, estaban a bordo del pequeño barco que naufragó en el Mediterráneo frente a las costas de Tartús.
Según las autoridades sirias, la embarcación transportaba a 150 personas. Entre los rescatados hay cinco libaneses, agregó el ministro libanés.
Las autoridades continuaban con las tareas de búsqueda para encontrar posibles supervivientes de este naufragio que tuvo lugar el jueves.
«Hablé con el ministro sirio de Transportes de un mecanismo para recuperar los cuerpos en Siria», señaló Ali Hamie.
«Estamos frente a una de nuestras operaciones de rescate más grandes», declaró de su lado a la AFP un responsable del ministerio sirio de Transporte, Sleiman Khalil.
«Cubrimos una amplia zona que se extiende a toda la costa siria», agregó.
– Travesía peligrosa –
Tartús es el más meridional de los principales puertos sirios y se encuentra a poco más de 50 kilómetros al norte de la ciudad portuaria libanesa de Trípoli.
Entre los supervivientes, Wissam Al Talawi, un padre de familia que vive en Trípoli y es oriundo de Akkar, otra región pobre del norte de Líbano fue hospitalizado, declaró su hermano Ahmad a la AFP.
Los cuerpos de sus dos hijas, de cinco y nueve años, fueron repatriados a Líbano y enterrados este viernes, dijo Ahmad. La mujer de Talawi y sus dos hijos permanecen desaparecidos.
«Partieron hace dos días», contó Ahmad. Su hermano «no podía cubrir los gastos diarios ni de inscripción de sus hijos a la escuela», continuó.
Debido a la grave crisis económica del Líbano, cada vez más refugiados sirios y palestinos, así como los libaneses, intentan cruzar el Mediterráneo en embarcaciones improvisadas para llegar a países europeos, incluida la isla de Chipre, a 175 kilómetros de la costa libanesa.
Según la ONU, al menos 38 embarcaciones con más de 1.500 personas salieron o intentaron salir ilegalmente de Líbano por mar desde 2020.
AFP