Eric Adams, alcalde de la ciudad de Nueva York, tenía planificado llevar a los migrantes a vivir en un lujoso complejo de apartamentos ubicado en Harlem y que estaba desde hace una década abandonado.
El alcalde dio marcha atrás a su proyecto por oposición de los ciudadanos residentes de la zona.
El objetivo de Adams era refugiar a migrantes indocumentados en el complejo que había sido promocionado como vivienda de lujo, pero abandonado a raíz de que sus desarrolladores incumplieran con los préstamos.
El edificio, construido en 2007, cuenta con treinta y cinco habitaciones.
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Según el New York Post, inicialmente, se arrendó a una organización sin fines de lucro que había estado trabajando con el Departamento de Servicios Sociales y de Personas Sin Hogar de la ciudad para usarlo como refugio para migrantes o la población sin hogar nativa de la ciudad.
Cuando los residentes de la zona notaron la llegada de camas literas al edificio, se preocuparon y convocaron una reunión comunitaria donde expresaron su enojo por la falta de comunicación y el secretismo que rodeaba al proyecto.
Residentes de Harlem confrontaron al alcalde en una reunión y acordaron que el edificio sería destinado para personas sin hogar de la ciudad en lugar de indocumentados.