Los bomberos de la ciudad de Nueva York hallaron un escondite clandestino con espacio para más de 70 migrantes durante una inspección de control.
Los agentes arribaron a un reducido establecimiento comercial en Queens para llevar a cabo una verificación habitual, pero se toparon con una perturbadora situación.
Dentro del diminuto edificio, más de 70 migrantes se mantenían alojados, recibidos por el dueño del establecimiento, quien se presentó como Ebou Sarr, un ciudadano senegalés de 47 años que ha residido en la urbe estadounidense por varios años.
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El individuo explicó que había brindado refugio a «alrededor de 74 personas», la mayoría de ellas provenientes de Senegal, reseñó NTN 24 en su sitio web.
Según las declaraciones de Sarr, su único propósito era asistir a sus compatriotas que carecían de vivienda.
Sin embargo, los bomberos afirmaron que el pasado lunes en horas de la tarde, los descubrieron tras una denuncia vecinal que reportaron una pila de bicicletas eléctricas en un patio.
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«Durante la inspección, las unidades descubrieron condiciones de vida peligrosas en aproximadamente 40 camas en la planta baja y en el sótano», dijeron los bomberos.
«El espacio comercial del primer piso del edificio y el sótano fueron transformados ilegalmente en dormitorios, con 14 literas y 13 camas apretadas entre sí en los dos pisos», agregaron.