Cuarenta y tres personas fueron detenidas en Andalucía, en el sur de España, como presuntas integrantes de una red que explotaba a inmigrantes, mayoritariamente marroquíes, y les vendía documentos falsos para regularizar su situación, informó este jueves la policía española.
«Agentes de la Policía Nacional han detenido en la provincia de Málaga a 43 personas y han desarticulado un grupo criminal que, presuntamente, se dedicaba a la explotación laboral y a la regularización fraudulenta de migrantes», informó este cuerpo policial en un comunicado.
«Los explotados eran principalmente ciudadanos marroquíes», y los detenidos son de «diversas nacionalidades», dijo la policía, sin precisar cuáles.
Al menos siete empresas agrícolas formaban parte de este entramado para «explotar laboralmente a ciudadanos de origen marroquí», que eran «alojados en condiciones infrahumanas en casas propiedad de la organización».
Asimismo, la organización vendía, por cantidades que podían alcanzar los 3.000 euros (3.185 dólares), contratos de trabajo ficticios que permitían a los inmigrantes regularizar su situación.
España es una de las principales puertas de entrada de la inmigración africana a Europa, y, en 2022, los inmigrantes que entraron ilegalmente en el país fueron 31.219, 25,6% menos que el año anterior.
«Los trabajadores migrantes corren un mayor riesgo de encontrarse en situación de trabajo forzoso que los demás trabajadores», concluyó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe de setiembre.
Así, continuó la OIT, «la prevalencia del trabajo forzoso entre los trabajadores migrantes adultos es más de tres veces superior a la de los trabajadores adultos no migrantes».
La comunidad marroquí es la más numerosa de origen extranjero en España, con casi 800.000 ciudadanos, seguida de la rumana, la británica y la colombiana, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de junio de 2022.
AFP