El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) y el Departamento de Trabajo (DOL) dieron a conocer la entrada en vigor de una norma temporal conjunta de visas adicionales H-2B para el año fiscal 2021. Dentro de ésta se contemplan 6.000 para trabajadores de los países del Triángulo Norte.
Un comunicado de prensa, emitido por el Departamento de Estado, afirma que ambas agencias acordaron que el total de visas adicionales de trabajadores temporales no agrícolas será de 22.000.
Los visados se han asignado de la siguiente manera: “16.000 visas disponibles solo para los trabajadores H-2B que regresan de uno de los últimos tres años fiscales (2018, 2019 o 2020) y 6.000 visas para ciudadanos del Triángulo Norte, que están exentos del requisito de retorno de los trabajadores”.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, citado en la nota, señaló que la norma busca ayudar “a las empresas estadounidenses y aborda la necesidad de una sólida protección de los trabajadores”.
Mayorkas también acotó que la reserva de estas visas se da “por primera vez […] para los no ciudadanos [estadounidenses] de los países del Triángulo Norte”, acatando los lineamientos emitidos por la Administración del presidente Joe Biden de “ampliar las vías legales de protección y oportunidad” para los ciudadanos de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Según la nota de prensa la norma temporal está diseñada para evitar la pérdida financiera permanente y grave a los empleadores de Estados Unidos.
Además, complementa el tope de visas H-2B requeridas por el Congreso y su aprobación ha tomado en cuenta la retroalimentación de las empresas estadounidenses, organizaciones de empleadores y representantes de los trabajadores.
El anuncio es considerado como una acción clave “para la gestión de la migración a través de América del Norte y Central”, dijo el director interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), Tracy Renaud.
“Esta norma incorpora varias disposiciones clave para garantizar la protección de los trabajadores estadounidenses y los trabajadores H-2B”, explicó Renaud.
De acuerdo con el funcionario, la norma requiere que los empleadores tomen medidas adicionales para reclutar trabajadores estadounidenses, y prevé la movilidad, que permite a los trabajadores H-2B que ya están en Estados Unidos comenzar a trabajar con un nuevo empleador o agente H-2B una vez que el USCIS recibe una petición.
El DHS y el DOL también llevarán a cabo un número significativo de revisiones posteriores a la adjudicación para garantizar el cumplimiento de los requisitos del programa.
Con información de Voz de América