El fiscal general de Texas, Ken Paxton, indicó que el estado no retrocedería en sus medidas de seguridad fronteriza en el parque público Shelby Park de Eagle Pass, que fue tomado la semana pasada por unidades de la Guardia Nacional desplegadas por el gobernador Greg Abbott.
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A través de un comunicado, Paxton respondió este miércoles a una carta enviada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) el 14 de enero, en la que exigió a las autoridades estatales que abandonaran el parque y solicitó el cumplimiento de sus órdenes antes del 17 de enero.
Sin embargo, el fiscal desafió la amenaza federal y expresó que «debido a que los hechos y la ley están del lado de Texas, el estado continuará utilizando su autoridad constitucional para defender su territorio, y yo continuaré defendiendo esos esfuerzos legales en los tribunales».
El DHS, durante el fin de semana, pidió a los funcionarios de Texas que dejaran de impedir que la Patrulla Fronteriza federal ingresara a Shelby Park en Eagle Pass, un área junto al río Bravo que la agencia había estado utilizando para retener e inspeccionar a los migrantes. El departamento dijo que la decisión de Texas de requisar el parque ha impedido que los agentes de la Patrulla Fronteriza hagan su trabajo, incluso durante situaciones de emergencia.
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Pero la carta del fiscal Paxton señaló que Texas «continúa permitiendo» que la Patrulla Fronteriza de EE.UU. use la rampa para botes de Shelby Park para brindar atención médica de emergencia cuando sea necesario.
También criticó que el presidente Joe Biden haya autorizado al DHS a enviar una carta amenazante a través de sus abogados. «Pero Texas también tiene abogados, y continuaré defendiendo los poderes constitucionales de autodefensa de este estado», comentó.
«En lugar de correr al Departamento de Justicia de EE.UU. con la esperanza de obtener una orden judicial, (Biden) debe aconsejar a sus clientes en el DHS que hagan su trabajo y cumplan con la ley», fustigó.