La inmigración irregular cayó más de un 25% en España en 2022 en relación al año anterior, una disminución marcada particularmente en las llegadas por mar, anunció este martes el Ministerio de Interior en su balance anual.
En total, 31.219 inmigrantes entraron ilegalmente en España en 2022, frente a 41.945 en 2021, una reducción del 25,6%.
El ministerio, que subraya que se trata del segundo descenso anual consecutivo, y del tercero en cuatro años, lo justificó en un comunicado por el incremento de «la cooperación con los países de origen y tránsito de la inmigración» y el refuerzo de «la lucha contra las mafias que trafican con personas».
Cabe señalar que, tras el giro de 180º dado por Madrid en la cuestión del Sáhara Occidental, el año 2022 estuvo marcado por el fin de la disputa diplomática entre España y Marruecos, país del que procede o por el que transita una gran parte de los inmigrantes ilegales que llegan a España.
«La reducción es más acusada en las entradas por vía marítima, que muestran una caída generalizada en las costas de la península, Ceuta, Islas Baleares y Canarias, tanto en el número de inmigrantes irregulares como en el de embarcaciones», señaló el ministerio.
Las llegadas ilegales por mar descendieron un 27,9% respecto a 2021, y el de las embarcaciones un 20,7%.
«El descenso más significativo» en números totales de llegada de inmigrantes irregulares se produjo en las islas Canarias, situadas frente a las costas del noroeste de África, con 15.682 por 22.316 en 2021, casi un 30% menos.
Desde finales de 2019 y el endurecimiento de los controles en el mar Mediterráneo, se multiplicaron las llegadas de migrantes ilegales a Canarias desde las costas africanas –en particular las del Sáhara Occidental, antigua colonia española controlada en su mayor parte por Marruecos–, en una travesía especialmente peligrosa en el océano Atlántico por las fuertes corrientes y el estado de las embarcaciones.
En cambio, las entradas por tierra (y no por mar) por los dos enclaves españoles de Ceuta y Melilla, en Marruecos, que constituyen las dos únicas fronteras terrestres entre la Unión Europea y el continente africano, aumentaron un 24,1%.
Casi 2.000 migrantes intentaron entrar por la fuerza en Melilla el 24 de junio. Repelido por las fuerzas de seguridad marroquíes, el intento dejó 23 migrantes muertos, según las autoridades marroquíes, y 27 según la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).
España es una de las principales puertas de entrada de la inmigración clandestina en Europa, si bien, a menudo, los emigrantes prosiguen su camino a otros países europeos.
En un informe publicado el mes pasado, la ONG española Caminando Fronteras, que rastrea las tragedias migratorias basándose en las llamadas de migrantes o sus familiares, dijo que más de 11.200 migrantes habían muerto o desaparecido desde 2018 mientras intentaban llegar a España, un promedio de seis por día.
AFP