La Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) aseguró que “está trabajando en colaboración con sus instalaciones federales y contratadas para garantizar que todos los detenidos sean contados y reciban la vacuna”, aunque no precisó cuándo planifica hacerlo.
La agencia federal, que a la fecha registra 7.888 casos positivos de coronavirus en 115 centros de detención alrededor del país, tiene 16.377 inmigrantes detenidos en proceso de deportación. Esos casos positivos se contabilizan desde que la pandemia se agravó en Estados Unidos, durante los meses de marzo y abril. Hasta el fin de semana había 490 personas contagiadas en cuarentena o aisladas.
ICE añadió además que ha realizado a la fecha 70.085 pruebas de coronavirus, con un porcentaje de positividad de 11.2%.
En una primera fase de vacunación, los trabajadores de la salud y las personas en centros de cuidado de ancianos serán los primeros en recibir la inyección, de acuerdo con las recomendaciones de expertos a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC en inglés).
¿Cuándo serán vacunados?
La agencia que dirige la fuerza nacional de deportaciones del gobierno de Donald Trump indicó, además, que «seguirá las recomendaciones del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) de los CDC». Añadió que esas «y otras pautas relevantes del gobierno federal con respecto a la priorización de vacunas, garantizarán que los (inmigrantes) detenidos reciban sus vacunas lo más rápido posible».
En cuando a una eventual fecha de vacunación de los miles de inmigrantes encarcelados, la agencia no anticipó cuándo espera iniciar el proceso de administración en sus cárceles ni tampoco las prioridades entre los internos.
La vacuna contra el covid-19 comenzó a aplicarse este lunes tras meses de deliberaciones y debates de expertos en salud pública del gobierno e independientes, quienes junto con el gobierno federal y los gobiernos estatales elaboraron los primeros protocolos para distribuir las dosis y comenzar a inocularlas.
Tras la aprobación la semana pasada de la vacuna desarrollada por las empresas Pfizer y BioNTech por parte de los CDC y de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), Estados Unidos comenzó una histórica jornada de vacunación masiva que se extenderá probablemente hasta finales del verano del 2021.
Informe lapidario
La semana pasada Univisión Noticias reportó, basado en un estudio de la organización Detention Watch Network, que la pandemia del coronavirus mostró las graves ineficiencias del sistema migratorio estadounidense.
Titulado «Fuentes de infección: Cómo contribuyeron las detenciones de ICE en la propagación del COVID-19 en Estados Unidos», la investigación concluye que el problema tiene varios responsables, entre ellos que el gobierno, durante años, ha ignorado el asesoramiento de expertos en inmigración y detención, al tiempo que ha mostrado «indiferencia por la dignidad, seguridad y salud de las personas detenidas» en las cárceles del sistema.
Asimismo, el reporte indica que estos «fracasos crónicos» ejemplifican una cultura de abuso y negligencia médica, y que todo ello contribuyó a que durante los primeros meses de la pandemia los contagios se propagaran, no solo en el interior de los centros de detención de ICE, sino también fuera de ellos en otros estados.
“Estas fallas han creado condiciones para que se disparen las tasas de infección”, se lee en el documento.
El estudio concluyó además que, a pesar del pedido hecho por profesionales médicos, defensores de los derechos de los inmigrantes e incluso los propios detenidos al gobierno para que libere a la población vulnerable detenida para evitar que se contagien, las autoridades federales han respondido con más arrestos, traslado de internos entre centros de detención y entre otros estados, y también permitiendo con mayor control la entrada y salida de personas que trabajan en dichos centros carcelarios.
Con información de Univisión.