La justicia marroquí decidió perseguir a 65 migrantes, en su mayoría sudaneses, por haber participado en el intento de entrada al enclave español de Melilla que terminó con al menos 23 muertos, indicó el lunes su abogado a AFP.
La fiscalía del tribunal de primera instancia de la ciudad marroquí de Nador (norte), limítrofe con Melilla, inculpó a 37 migrantes por «entrada ilegal a suelo marroquí», «violencia contra agentes de la fuerza pública», «tumulto armado» y «desacato», declaró su abogado Khalid Ameza.
Otro grupo de 28 migrantes será juzgado por «participación en una banda criminal en vistas a organizar y facilitar la inmigración clandestina al extranjero», añadió Ameza.
El abogado precisó que la mayoría de acusados procedían de Darfur, una región del oeste de Sudán que se encamina a una crisis alimentaria y donde recientes episodios de violencia han provocado más de 125 muertos y 50.000 desplazados.
También hay personas procedentes de Chad, Malí y un yemení.
La defensa pidió la libertad condicional para el conjunto de los inculpados, pero la fiscalía rechazó su solicitud «teniendo en cuenta la gravedad de los hechos que les imputan», explicó el letrado.
Los acusados formaban parte de un grupo de casi 2.000 migrantes que trataron de entrar por la fuerza el viernes por la mañana en el enclave español de Melilla, situado al norte de Marruecos.
Al menos 23 migrantes en situación irregular fallecieron y 140 policías resultaron heridas, según las autoridades locales marroquíes. La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) eleva el balance a 27 muertos.
Es la cifra más elevada de víctimas registrada jamás en los numerosos intentos de migrantes subsaharianos de entrar en Melilla y el otro enclave español de Ceuta, que constituyen las únicas fronteras terrestres de la UE con África.
El día después del drama, una cincuentena de organizaciones de defensa de migrantes, entre ellas AMDH y la española Caminando Fronteras, exigieron la apertura de una investigación «inmediata».
El Consejo Nacional de Derechos Humanos, un organismo oficial marroquí, anunció el lunes la creación de una «misión de información» sobre los «eventos trágicos y violentos» provocados por el intento de franquear la valla fronteriza entre Nador y Melilla.
Las autoridades marroquíes aseguran que los migrantes murieron «en avalanchas o cayendo de la valla» durante «un asalto marcado por el uso de métodos muy violentos».
El jefe de la comisión de la Unión Africana (UA), el chadiano Moussa Faki, denunció el domingo por la noche «el trato violento y degradante de migrantes africanos» y solicitó igualmente «una investigación inmediata».
AFP.