Lituania anunció recientemente que terminó de construir una valla en su frontera con Bielorrusia para atajar la inmigración irregular.
La valla, de cuatro metros de altura y rematada con una alambrada, abarca cerca de 550 kilómetros de la frontera que Lituania y Bielorrusia comparten, de unos 700 km en total.
«En todas las secciones, las obras terminaron al 100%», dijo a los periodistas la jefa del gobierno lituano, Ingrida Simonyte.
En el resto de la frontera, donde hay lagos, ríos y zonas pantanosas, es «técnicamente imposible» construir una valla, agregó.
En Lituania, la inmigración irregular se disparó este año, con cerca de 4.200 migrantes –la mayoría de Oriente Medio y de África– que lograron pasar la frontera desde Bielorrusia.
Los países occidentales acusaron al gobierno bielorruso de urdir este flujo migratorio con Rusia, aliada suya, en el marco de un ataque «híbrido», algo que Minsk ha negado.
Lituania lleva a cabo una política antimigrantes y ha sido acusada de realizar expulsiones ilegales.
AFP