Al menos una treintena de migrantes fueron dados por desaparecidos tras el naufragio de dos embarcaciones frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa (sur), según el testimonio de un superviviente, informó el domingo la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Unos 28 pasajeros de uno de los barcos y tres de un segundo desaparecieron en el mar, después de que las embarcaciones naufragaran debido a las malas condiciones meteorológicas, precisó la agencia de la ONU.
Ambos barcos eran de metal y probablemente zarparon de la ciudad tunecina de Sfax el jueves.
Tras hablar con los supervivientes, los responsables de la OIM estiman que hay «al menos 30 personas desaparecidas», según dijo a la AFP el portavoz Flavio di Giacomo.
Se abrió una investigación sobre el siniestro en Agrigento, en la vecina isla de Sicilia.
El jefe policial de Agrigento, Emanuele Ricifari, aseguró que las previsiones meteorológicas ya anunciaban mala mar.
«Quien fuera que les permitió, o les forzó, a salir con este mar es un criminal loco sin escrúpulos», declaró a la prensa local.
«Está previsto un mar muy agitado en los próximos días. Esperemos que dejen» de hacer zarpar a gente. En estas condiciones, «es enviarlos al matadero», añadió.
ATRAPADOS
Pese a que el mal tiempo persiste el domingo, los equipos de rescate se disponen a salir para salvar a una veintena de migrantes atrapados en una zona rocosa de la costa de Lampedusa.
Estos migrantes se encuentran en estas condiciones desde el viernes por la noche, cuando violentas ráfagas de viento empujaron su embarcación hacia las rocas.
La Cruz Roja les ha suministrado comida, agua, ropa y mantas isotérmicas, pero los guardacostas no pudieron socorrerlos por mar debido al oleaje.
Si el viento no amaina, los rescatistas intentarán extraerlos por el barranco, de 140 metros de altura, según informaciones en la prensa.
La travesía del Mediterráneo central desde el norte de África hacia Europa es una de las más mortíferas del mundo.
Más de 1.800 personas murieron desde el inicio del año intentando cruzarla, según Di Giacomo, o sea, casi 900 más que el año pasado.
«La verdad es que esta cifra es probablemente mucho más elevada», advirtió. «Se descubren muchos cuerpos en el mar, lo que sugiere que hay muchos naufragios de los que no oímos hablar».
El número de cadáveres hallados en el mar ha aumentado, sobre todo en la llamada ruta tunecina, una travesía cada vez más peligrosa debido al tipo de embarcación utilizado, añadió Di Giacomo.
Los traficantes envían a los migrantes subsaharianos «en barcos de hierro que cuestan más barato que los habituales barcos de madera, pero son totalmente inadaptados para la navegación en el mar», explicó. «Se rompen y se hunden».
En muchos casos, los migrantes ven cómo les roban los motores en el mar, para que puedan ser reutilizados por los traficantes, añadió.
AFP