En una furgoneta blanca y sin llamar la atención, el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó el viernes a Ciudad Juárez para un evento privado que no guardaba relación alguna con el incendio del lunes que dejó más de 40 víctimas mortales.
«Es muy triste lo que pasó, se va a hacer justicia», fue la única frase del mandatario, a su llegada al Gimnasio del Colegio de Bachilleres de Ciudad Juárez. Sin embargo, llegó antes de lo planeado, aparentemente para evitar encontrarse con numerosos migrantes que se dieron cita en el lugar para protestar y expresarle su descontento.
Los migrantes que allí le aguardaban clamaban «justicia, justicia, justicia».
Richard Franco, migrante venezolano dijo: “Merecemos respecto. Somos seres humanos. No a la xenofobia. Pedimos que nos traten con amor, porque no somos delincuentes. Ahora ¡nosotros pedimos justicia!”.
Tampoco a la salida, en medio de la confusión general, con los migrantes que le pedían explicaciones y se pararon frente a la furgoneta, el presidente quiso hablar con ellos.
Antes de su llegada, varios migrantes se acercaron al lugar pidiendo bienestar, trabajo digno y un hogar.
«Mujeres, hombres y niños. Somos gente de paz, no somos ningunos delincuentes», decía un hombre, con ayuda de un parlante, mientras caminaba, junto a la multitud, para acercarse al Gimnasio.
Muy cerca de allí, Ana de Dios Pavón, de 13 años, rompió en llanto mientras cantaba el himno de Venezuela.
«Quiero darle un mensaje al presidente Biden, que fue el que puso esa política de no dejarnos pasar por ningún modo», señaló la venezolana.
La pequeña además dijo que, si no se les permite la entrada a EEUU, les ayude frente al gobierno de Venezuela, que según ella, «robó» su «patria». «Que tumben a ese gobierno que está allá… y hagan un cambio, porque nosotros no venimos a quedarnos en EEUU tampoco. Nosotros amamos nuestro país».
En la mañana del viernes, en su habitual conferencia matutina, el mandatario mexicano dio detalles de la visita y aseguró que el incendio ocurrido en la ciudad fronteriza “le partió el alma”.
“Voy a estar atendiendo la parte médica, básicamente, lo que me importa más es la atención a los heridos. No sé (si voy a visitar a las víctimas), pero sí voy a tener una reunión con los médicos para procurar que no les falte nada, que podamos salvarles la vida, ahora es lo fundamental», agregó.
En su rueda de prensa también manifestó que le pediría a los médicos «una revisión de todos los heridos para que no les falte nada” y les salven la vida.
El lunes, 39 migrantes murieron en un incendio, en un albergue del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos.
Voz de América