El balance de migrantes que murieron ahogados frente a las costas de Siria en el naufragio de su embarcación procedente de Líbano subió a 90 personas, informó el sábado la televisión estatal siria.
«El número de muertos en el naufragio frente a las costas de Tartús subió a 90», indicó la televisión pública siria.
Este sábado se recuperaron treinta cuerpos más, y la búsqueda de desaparecidos continúa.
Catorce de los rescatados están siendo tratados en el hospital Al Basel de Tartús y, de estos, dos mujeres están en cuidados intensivos, había informado previamente la agencia oficial Sana, citando a un responsable del establecimiento sanitario.
Un balance anterior indicaba que habían muerto 89 migrantes que intentaban llegar a Europa de manera clandestina.
Según las autoridades sirias, unas 150 personas, principalmente libaneses y refugiados sirios y palestinos, iban a bordo de la pequeña embarcación que se hundió el jueves frente a Tartús.
Entre los náufragos había diez niños, informó el sábado el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Cientos de personas se concentraron este sábado en el campo de refugiados palestinos de Nahr al Bared, al norte de Trípoli, para el funeral de una de las víctimas, agitando los puños en alto.
Se trata el naufragio más mortífero de los últimos años en Siria, un país asolado por más de once años de conflicto.
Por su parte, Líbano vive una de las peores crisis económicas mundiales desde 1850, según el Banco Mundial.
Muchos de los pasajeros libaneses del barco proceden de zonas pobres del norte del país, incluida Trípoli, una ciudad que se ha convertido en un centro de inmigración ilegal hacia el Mediterráneo, sobre todo de refugiados sirios, pero también cada vez más de libaneses.
AFP