La nube de humo junto con las cenizas arrojadas por el volcán Etna obligaron este lunes a cerrar algunas horas del aeropuerto de Catania, entre los más importantes de Sicilia (sur de Italia).
«Las condiciones actuales permiten abrir el aeropuerto. Las actividades serán limitadas y los vuelos sufrirán retardos», anunció el aeropuerto en su página de Facebook después de que el espacio aéreo del aeropuerto de Catania permaneciera cerrado al tráfico debido a la actividad del Etna.
Por varias horas ningún avión pudo aterrizar o despegar.
El volcán, cuya majestuosa silueta domina el este de Sicilia y en particular la ciudad portuaria de Catania, formó ríos de lava así como una nube de humo, mientras las cenizas se extendían por más de diez kilómetros, según la Protección Civil de Sicilia.
Las cenizas cubrieron varios centros urbanos de la región, en particular en las localidades de Milo y Acireale.
El Etna, entre los volcanes activos de Europa, situado en la costa este de Sicilia, tiene alrededor de 3.357 metros de altura y registra frecuentes erupciones desde hace unos 500.000 años.
AFP