Las minas antipersonales, bombas y restos de explosivos han dejado 229 muertos y 1.709 heridos en Colombia durante los últimos cinco años, con una preocupante tendencia al alza, según un informe publicado este martes por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
«Los artefactos explosivos no los vemos pero sabemos que están. Es un trauma, un enemigo invisible que existe», dijo a los medios Orlando Balcarcel, un campesino que sobrevivió a la detonación de una mina antipersona en el 2000 y que asistió a la presentación del informe.
«El momento (de la explosión) no lo recuerdo. Me desperté 18 días después en un hospital (…) con las piernas amputadas», recordó Balcarcel, quien a sus 45 años camina con dos prótesis.
Aunque unos 7.000 combatientes de la disuelta guerrilla FARC dejaron las armas en 2017 gracias a un acuerdo de paz, el CICR ha registrado «una profundización de las consecuencias humanitarias por la presencia de artefactos explosivos» en los últimos cinco años.
«Hemos visto que hay cada vez menos eventos pero con más víctimas (…) un carro bomba o un artefacto de detonación controlada puede dejar 50 víctimas», dijo a la AFP Ana María Hernández, de la Unidad de Contaminación por Armas de la entidad.
«Entre enero y agosto se han registrado 462 (heridos fallecidos), una cifra que indica que este año puede ser el de mayor afectación por este fenómeno», agregó una portavoz.
Rebeldes que se apartaron del pacto de paz, la guerrilla del ELN y otros grupos armados siguen usando minas, bombas caseras y otros artefactos en su disputa por las rentas del narcotráfico en el país que más cocaína produce en el mundo.
En algunas zonas rurales el miedo a una detonación mantiene confinadas a comunidades enteras.
Allí ocurre «una restricción de acceso a la pesca, a la caza (…) a los cultivos» y los servicios de educación, agregó Hernández.
Balcarcel confirma que sus vecinos no han vuelto a recorrer la zona donde pisó la mina hace más de 20 años.
«Ya no se puede ir a trabajar el ganado o sembrar porque tenemos ese temor», se lamentó.
El Comité lanzó una campaña llamada «#ElConfinamientoMásLargo» para visibilizar esta problemática.
Colombia es uno de los países más afectados por minas, con más de 12.000 víctimas entre 1990 y 2021, según la oficina del Alto Comisionado para la Paz.
AFP.