Canadá desperdició miles de millones de dólares en vacunas contra el covid-19 no utilizadas y ayuda pandémica a personas que no eran elegibles para recibirlas, según constató una auditoría sobre la respuesta del gobierno a la crisis de salud divulgada el martes.
En informes presentados al Parlamento canadiense, la auditora general Karen Hogan sostuvo que el gobierno actuó rápidamente para implementar programas de emergencia de covid-19 destinados a aliviar los efectos de la pandemia y ayudar a que la economía se recuperase.
Al confiar en la información proporcionada por los solicitantes y limitar los controles para acelerar los pagos, el gobierno «reconoció que existía el riesgo de que algunos pagos fueran a destinatarios no elegibles», admitió Hogan.
Sin embargo, ahora se está acabando el tiempo para recuperar esos sobrepagos por un total de 4.600 millones de dólares canadienses (unos 3.400 millones de dólares estadounidenses) a medida que se acerca el plazo legal de 36 meses dispuesto para ello, advirtió.
«Estimamos que al menos 27.400 millones de dólares canadienses en pagos a individuos y empleadores deberían investigarse más a fondo», destacó.
A mediados de 2022, solo se habían recuperado 2.300 millones de dólares canadienses en sobrepagos mediante reembolsos voluntarios.
En su afán por asegurar vacunas para reducir el riesgo de la enfermedad grave, hospitalización o muerte de los canadienses, el gobierno también compró en exceso dosis de inmunizantes, dijo la auditora general.
Ottawa firmó acuerdos de compra anticipada con siete empresas que estaban desarrollando vacunas contra el covid-19, y entre diciembre de 2020 y mayo de 2022 obtuvo 169 millones de dosis, mucho más de lo necesario para vacunar a su población de 38 millones.
AFP