El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó que Brasil puede enfrentar dificultades para importar fertilizantes agrícolas de Rusia debido a la invasión a Ucrania, y defendió la explotación de minerales en territorios indígenas para reducir la dependencia externa en esos productos.
«Con la guerra Rusia/Ucrania, hoy corremos riesgo de falta de potasio (insumo de muchos fertilizantes) o de que aumente su precio», afirmó el mandatario en su cuenta de Twitter.
Potencia agrícola mundial, Brasil importa más del 80% de los fertilizantes que utiliza, un porcentaje que supera el 96% en caso del potasio, según datos del Ministerio de Agricultura.
Más del 20% de los fertilizantes que importa provienen de Rusia, que es el principal proveedor de Brasil.
«Nuestra seguridad alimentaria y el agronegocio exigen medidas del Poder Ejecutivo y Legislativo que nos permitan no depender externamente de algo que tenemos en abundancia», añadió Bolsonaro, que volvió a defender un proyecto de ley propuesto en 2020 por su gobierno para extraer minerales y otros recursos naturales en territorios indígenas ubicados en la Amazonía, repudiado por organizaciones indígenas y ambientalistas.
Bolsonaro defiende la expansión de la minería y otras actividades económicas en la Amazonía desde antes de convertirse en presidente, en 2019.
Desde que asumió el poder ha presionado para flexibilizar las normas ambientales y ha enfrentado protestas internacionales por el aumento de la deforestación en la mayor selva tropical del mundo.
La Ministra de Agricultura de Brasil, Tereza Cristina, reconoció la semana pasada que el conflicto en Ucrania «preocupa» al gobierno por su posible impacto en el suministro de insumos agrícolas, pero ponderó que Brasil «es un importador de fertilizantes de varios países» y no solo de Rusia.
«Tenemos otras alternativas para sustituir» importaciones, aseguró.
«Acabo de volver de Irán, donde hubo una oferta enorme de fertilizantes para Brasil. Tenemos que hacer algunos ajustes. Hay otros países, como Canadá, Marruecos», añadió.
Bolsonaro, quien una semana antes de la invasión se reunió con el presidente Vladimir Putin en una visita a Moscú cuestionada por Estados Unidos, insiste en que Brasil «se mantiene en la neutralidad» respecto al conflicto.
AFP.