El comité de organización de los Juegos de Invierno de Pekín anunció este lunes que anuló su proyecto de vender entradas al gran público, debido a la situación epidémica, aunque prometió recibir a espectadores con invitación.
Estaba previsto hasta ahora que las personas residentes en China pudieran comprar entradas y asistir a los Juegos (4-20 de febrero). Los espectadores procedentes del extranjero no tenían ningún medio de asistir a las competiciones.
«Dado que la situación en materia epidémica es todavía ardua y complicada» en el país, donde varias ciudades tienen núcleos de Covid-19 estas últimas semanas, el comité de organización anuló la venta de entradas.
«Para proteger la salud y la seguridad del personal y de los espectadores (…), se ha decidido ajustar el plan inicial y en su lugar organizar la llegada de espectadores a los sitios (de competición)», indicaron los organizadores en un comunicado.
El comité de organización no precisó cómo estas personas serán seleccionadas ni si deberán efectuar una cuarentena antes de acudir a los estadios y a las pistas de esquí.
Algunas fuentes señalan que las invitaciones podrían ser dadas a los funcionarios o empleados de empresas públicas.
China, donde el coronavirus fue detectado por primera vez a finales de 2019, logró desde la primavera (boreal) de 2020 erradicar casi completamente el Covid-19 de su suelo.
La vida es casi normal gracias a medidas drásticas: largas cuarentenas obligatorias a la llegada al territorio, confinamientos, test masivos, aplicaciones móviles de seguimiento de los desplazamientos y limitación drástica de los vuelos internacionales.
Pero China hace frente estas últimas semanas a varios núcleos de covid. Extremadamente limitados, movilizan de todas maneras a las autoridades sanitarias, deseosas de evitar todo contagio con los Juegos de Invierno.
Deportistas, dirigentes y personal comienza a llegar a Pekín de cara a los Juegos, para entrar inmediatamente en una burbuja sanitarias que los separa del resto de la población
AFP-.