Colombia multiplicó las recompensas por los «símbolos del mal», como denomina a jefes de las guerrillas y mafias del narcotráfico, tras la captura del gran capo Otoniel, según anunció el gobierno este martes.
El ministro de Defensa, Diego Molano, junto a los altos mandos militares y policiales, presentó el cartel de los más buscados que incluyen a los líderes rebeldes del ELN y de las disidencias que se marginaron del acuerdo de paz con las extintas FARC.
«Se va a doblar las recompensas por estos símbolos del mal de las diferentes organizaciones criminales», afirmó Molano en una transmisión pública sin acceso a la prensa.
Según el ministro, el gobierno pagará hasta 4.000 millones de pesos, poco más de un millón de dólares, por cabecillas como Nicolás Rodríguez o «Gabino», quien hasta mediados de este año ejercía como comandante máximo del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Considerada la última guerrilla activa de Colombia tras el desarme de las FARC, el ELN anunció el relevo de Gabino (71 años) por motivos de salud y en su lugar asumió Antonio García, hasta entonces responsable militar de la organización.
Colombia ofrecía por información sobre su paradero el equivalente a unos 615.000 dólares. También multiplicó hasta los 790.000 dólares la recompensa por la ubicación de Iván Márquez, exnegociador de paz de las FARC que retomó las armas en 2019.
Tanto Gabino como Márquez están fuera de territorio colombiano, según inteligencia militar que los ubica en Cuba y Venezuela, respectivamente.
El gobierno de Iván Duque también redoblará la cacería por los mandos de otras organizaciones implicadas en el narcotráfico como Los Pelusos, Los Caparros y del Clan del Golgo, este último descabezado tras la detención de Dairo Úsuga o alias Otoniel.
El capo de 50 años fue capturado en una operación militar el 23 de octubre en las selvas del noroeste del país. Hasta ese momento era el narcotraficante colombiano más buscado por Bogotá y Washington. Recluido en una cárcel de Bogotá, espera su extradición a Estados Unidos.
El ministro Molano remarcó que la «política de recompensas» ha sido efectiva y que a partir de ahora habrá una mayor difusión del cartel de los más buscados en las regiones donde operan sus organizaciones.
«Si capturamos estos ‘Símbolos del Mal’, Colombia tendrá menos narcotráfico, menos niños reclutados, menos campesinos esclavizados con la droga, menos desplazamiento forzado, menos delitos», añadió.
Desde su llegada al poder en 2018, Duque se ha enfocado en la captura de los máximos responsables de las bandas que siguieron en armas tras el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), así como de los mayores traficantes de cocaína.