Al menos cuatro personas murieron en una explosión cerca de una mezquita en la capital de Afganistán, frecuentada por altos responsables talibanes, informó una fuente médica.
La deflagración, que se produjo pocos minutos después del final de la oración del viernes, tuvo lugar cerca de la entrada de la mezquita Wazir Akbar Khan, no lejos de la antigua Zona Verde, un barrio bajo grandes medidas de seguridad donde se encontraban las embajadas y las instituciones internacionales antes del regreso al poder de los talibanes en agosto de 2021.
La oenegé italiana Emergency, que gestiona un hospital de la capital, tuiteó que había recibido «14 víctimas» de la explosión. «Cuatro ya estaban muertas a su llegada», añadió.
El portavoz de la policía de Kabul, Khalid Zadran, confirmó que la explosión causó «víctimas» pero no dio más precisiones.
Imágenes en las redes sociales muestran un coche destruido y en llamas en una carretera cerca de la mezquita.
Este templo ya había sido blanco de un atentado en 2020, en el que su imán, un reconocido religioso, murió.
El número de atentados disminuyó en Afganistán desde que los talibanes volvieron al poder hace un año, pero no han cesado totalmente. En estos últimos meses, varias mezquitas o dignatarios religiosos han sido víctimas de ataques.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindica la mayoría de los atentados, muchos de ellos contra las minorías religiosas afganas chiita, sufí y sij, pero también contra los talibanes.
Los responsables talibanes aseguran que controlan la seguridad del país y minimizan los incidentes.
Sin embargo, los especialistas consideran que el EI, otro grupo sunita pero con el que mantienen una profunda hostilidad y divergencias ideológicas, sigue siendo la principal amenaza contra el régimen talibán.
AFP