La presidenta de Perú, Dina Boluarte, visitó la región Arequipa donde violentos deslaves dejan un saldo preliminar de 15 muertos y miles de damnificados, aunque autoridades regionales temen que los fallecidos sean decenas.
La mandataria realizó un sobrevuelo por las localidades más afectadas de la provincia de Camaná (oeste de Arequipa), a 840 km al sur de Lima, que albergan explotaciones mineras artesanales donde trabajadores podrían haber quedado sepultados por los aludes registrados desde el domingo pasado.
«De ahí venimos y podemos apreciar de que ya las carreteras se están abriendo para que pueda inmediatamente llegar no solamente la ayuda (…) Estamos trabajando en una respuesta sumamente rápida a esta situación crítica», dijo Boluarte en una conferencia desde un aeropuerto regional.
El saldo de estos deslaves, conocidos en Perú como huaicos, incluye también 20 heridos, dos desaparecidos y unas 12.000 personas damnificadas, según datos del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) y el gobierno regional de Arequipa.
Desde la localidad de Secocha, una de las más castigadas por el alud, Pedro Bocanegra, un minero artesanal de 27 años, relató a la AFP que junto a los ocho integrantes de su familia viven «días de incertidumbre al ver el desastre que nos ha dejado este huaico».
«Hemos sido testigo de derrumbes de casas, de viviendas completas que se han ido, familias que han sido enterradas. Hay mucha gente, muchas familias que lo han perdido todo», declaró vía telefónica.
Usando maquinaria pesada, pero aún sin refuerzo de policías y militares, cuyo acceso solo es posible vía aérea debido al daño que el alud provocó en las carreteras, los habitantes de Secocha trabajan removiendo escombros donde encuentran numerosos cadáveres, asegura Bocanegra.
Medios locales reportan entre 30 y 40 muertos por el desastre.
Aunque esta cifra no está confirmada por autoridades, el gobernador de Arequipa, Rohel Sánchez, reconoció el lunes que «hay una alta probabilidad» de que existan personas sepultadas en los socavones donde los mineros trabajan extrayendo oro.
Los deslaves también dañaron 310 viviendas y destruyeron otras 10, y afectaron además un establecimiento de salud y tres caminos rurales, agregó el Indeci.
El gobierno nacional inició este martes el inicio del envío de 61 toneladas de ayuda humanitaria para los damnificados.
AFP.