El grupo Estado Islámico (EI) reivindicó este domingo un atentado con bomba cometido durante una misa católica en el sur de Filipinas, en el que murieron al menos cuatro personas y unas cincuenta resultaron heridas, según la policía.
«Los soldados del califato detonaron un artefacto explosivo frente a una gran reunión de cristianos (…) en la ciudad de Marawi», indicó el grupo yihadista en un comunicado difundido en sus canales de Telegram.
La explosión ocurrió en la mañana, durante una misa en el gimnasio de la Universidad Estatal de Mindanao, en Marawi, la mayor ciudad musulmana del país.
El teniente general de la policía, Emmanuel Peralta, informó que cuatro personas murieron y que cerca de 50 resultaron heridas en la explosión causada por un artefacto explosivo. Un anterior balance indicó que había tres fallecidos.
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El presidente Ferdinand Marcos condenó el ataque, que atribuyó a «terroristas extranjeros».
«Condeno en los términos más fuertes posibles los actos atroces y sin sentido perpetrados por terroristas extranjeros contra la Universidad Estatal de Mindanao», expresó Marcos en un comunicado.
La universidad también condenó «el acto de violencia», suspendió las lecciones y desplazó más personal de seguridad al campus, indicó la institución en un comunicado.
«Nos mantenemos solidarios con nuestra comunidad cristiana y todos los afectados por esta tragedia», agregó el comunicado.
AFP