Las autoridades españolas han destapado lo que parece ser el negocio «redondo». Una investigación apunta a que el exembajador español en Venezuela Raúl Morodo cobró al menos 3,8 millones de euros en comisiones de la petrolera estatal venezolana a través de Suiza y Panamá mediante asesorías ficticias. Según una reseña del diario El Mundo, PDVSA habría articulado la mayor parte de las operaciones a través de una sociedad pantalla panameña con cuenta en el país controlada por su hijo, Alejo Morodo, a través de testaferros.
Morodo fue embajador en Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez y mientras es España gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero.
La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional ha sido la encargada de esta investigación por orden de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción, que además incluye varios registros y ha logrado la detención de Alejo Morodo y otras tres personas.