Los españoles se movilizaron este domingo para votar en elecciones legislativas adelantadas en las que la derecha resultó ganadora, pero sin alcanzar la mayoría que le permita formar Gobierno.
El Partido Popular (PP, derecha) logró el mayor número de escaños, por delante de los socialistas de Pedro Sánchez, pero tiene menos opciones de tejer alianzas para formar gobierno, según los resultados oficiales casi definitivos.
Tras el recuento de más del 99,3% de los votos, el PP suma 136 escaños, lo que supone 47 más que hace cuatro años, por delante de los 122 conquistados por los socialistas, aunque este resultado en apariencia favorable es muy inferior al objetivo de su candidato, Alberto Núñez Feijóo, que buscaba llegar hasta los 150.
Ya con el 99,9% escrutado, la alianza entre el PP y VOX lograrían 169 diputados, 136 y 33 respectivamente, mientras que la alianza entre el PSOE y la coalición Sumar estarían logrando 153 escaños, 122 del partido de Gobierno y 31 de la coalición izquierdista.
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Dado como favorito por los sondeos, el líder del Partido Popular (PP, conservadores), Alberto Núñez Feijóo, afirmó que «España puede iniciar una nueva época», tras depositar su voto en Madrid.
«Lo que vaya a suceder hoy aquí va a ser muy importante, no solamente para nosotros, lógicamente, sino también para el mundo y para Europa», aseguró, de su lado, el presidente del gobierno saliente, el socialista Pedro Sánchez, en el cargo desde hace cinco años.
ALIANZA CON LA ULTRADERECHA
Pese a todo, «sería una sorpresa muy importante que el PP no sea el partido más votado. Otra cosa es que pueda formar gobierno», dijo a la AFP el politólogo Pedro Riera Sagrera, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid.
Feijóo aspira a alcanzar la cifra mágica de 176 diputados, la mayoría absoluta de los 350 del Congreso de los Diputados. Pero ninguna encuesta le atribuye ese resultado.
Por tanto, tendría que recurrir a una alianza y su único socio potencial es Vox, un partido ultranacionalista y ultraconservador formado en 2013 a partir de una escisión del PP.
Y ahí radica el problema de Feijóo, como se vio en las negociaciones del PP con Vox para establecer pactos en varias regiones arrancadas a la izquierda en las elecciones locales del 28 de mayo.
En esas discusiones, el partido de extrema derecha se negó a ceder en sus posturas más polémicas, como el cuestionamiento de la noción de violencia de género, su rechazo al movimiento LGBT y la negación del cambio climático.
El líder de Vox, Santiago Abascal, ya avisó al PP de que el precio de su apoyo sería entrar en el gobierno de Feijóo, lo que significaría el regreso de la extrema derecha al poder por primera vez desde la dictadura franquista (1939-1975).
AFP