Estados Unidos impuso sanciones este miércoles a seis entidades con sede en China, incluido Hong Kong, por su papel en el suministro de componentes clave para el desarrollo de misiles y drones de Irán.
Estos armamentos han sido utilizados por Rusia y grupos terroristas contra aliados occidentales.
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Según un comunicado del Departamento de Estado, las empresas sancionadas han contribuido a los esfuerzos de la entidad iraní Pishtazan Kavosh Gostor Boshra (PKGB) para reconstruir su red de adquisiciones y continuar obteniendo piezas críticas de proveedores extranjeros.
Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado, afirmó que Washington tomará medidas firmes contra estos vínculos. «Estados Unidos utilizará todos los medios disponibles para exponer e interrumpir el creciente desarrollo y proliferación de vehículos aéreos no tripulados y misiles de Irán, que desestabiliza el Medio Oriente y más allá», indicó.
El comunicado también advierte que el régimen iraní sigue representando una amenaza global con su programa nuclear, su desarrollo de misiles balísticos y su apoyo a organizaciones terroristas.
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Estas sanciones forman parte de la estrategia de «máxima presión» impulsada por el presidente Donald Trump tras su regreso a la Casa Blanca.