Acusado de malversación, el expresidente ejecutivo de Nissan, Renault y Mitsubishi, Carlos Ghosn, esta libre bajo fianza, su abogado solicitó garantías que convencieron al juez de que no estaría en condiciones de destruir pruebas o salir del país. Estuvo cerca de 100 días en la prisión de Kosuge, en Tokio.
Ghosn llevaba una mascarilla quirúrgica, salió flanqueado por guardias y entró en un automóvil ante decenas de periodistas amontonados a las puertas de la cárcel. Pagó una fianza de unos 8 millones de euros, equivalente a 9 millones de dólares.
En Japón es muy poco frecuente que una persona acusada de abuso de confianza sea liberada antes de que se conozca la fecha de su juicio o de que éste haya comenzado.
Los expertos explican que el nuevo abogado de Ghosn, Junichiro Hironaka, ofreció garantías que convencieron al juez de que el magnate franco-libanés-brasileño no estaría en condiciones de destruir pruebas o salir del país. Hironaka sugirió que fuera vigilado por cámaras y dispusiera de medios limitados de comunicación con el exterior.
«Propusimos un dispositivo que hace imposible una evasión o la supresión de informaciones», dijo.
Ghosn se declaró inocente a través de un comunicado y dijo que estaba «infinitamente agradecido» a sus amigos y familiares por el apoyo que le aportaron.
Ghosn, a quien en el pasado veneraban en Japón por haber salvado a Nissan, fue detenido el 19 de noviembre de 2018 en Tokio y enviado al centro de detención de Kosuge, en el norte de la capital.
El empresario está acusado de proporcionar falsas declaraciones de ingresos a las autoridades bursátiles y de abuso de confianza en detrimento de Nissan, de donde partió la investigación en su contra.
Deutsche Welle