En el caso particular de Cuba, Twitter manifestó en su blog oficial que la desmantelaron una red que consistía en 526 cuentas falsas, todas ellas actualmente desactivadas actualmente, y que estaban gestionadas por organizaciones juveniles vinculadas al Gobierno de Cuba.
En cuanto a Estados Unidos, la red fue retirada por Facebook, cuyo jefe de Políticas de Seguridad, Nathaniel Gleicher, explicó en un comunicado que era gestionada por la firma de márketing Rally Forge y que tenía como cliente al grupo conservador Turning Point USA.
Esta red estaba formada por 200 cuentas y 55 páginas de Facebook, así como por 76 cuentas de Instagram (propiedad de la misma empresa), y aunque su foco de atención principal era la política de EE.UU., también buscaba influir en Kenia y Botswana.
Las fuentes afirman que las personas detrás de la red adoptaban perfiles falsos y se hacían pasar por simpatizantes de derechas o de izquierdas, comentando en artículos de noticias sobre cuestiones como las elecciones presidenciales de EE.UU. que se celebrarán en noviembre, la pandemia de COVID-19, criticando al Partido Demócrata y a su candidato, Joe Biden, y alabando al Partido Republicano y al presidente Donald Trump.