Con una multitud en llanto, mariachis y canciones de Roberto Carlos, fue sepultado este martes el popular locutor nicaragüense Calixto Rojas quien murió pidiendo auxilio cuando intentaba cruzar el rio Bravo hacia Estados Unidos.
Su muerte «ha sido muy dolorosa para nosotros», expresó su hermano Antonio Rojas, durante la vela en una humilde vivienda en Telica, 104 km al noroeste de Managua, donde familiares, amigos y pobladores llegaron a rendirle homenaje con ofrendas florales o vistiendo camisetas con su foto o nombre impresa.
«Papá te recordaremos», decía en su camiseta uno de sus tres hijos, Nelson, de 21 años.
Mientras que Mateo, de cinco años, el más pequeño, no pudo contener el llanto cuando le explicaron que el hombre en el ataúd era su padre, contó su hermana María Rojas, quien dijo que han vivido esta tragedia con «gran dolor”.
Rojas murió el pasado 1 de mayo a los 53 años cuando cruzaba junto con un amigo el río Bravo, uno de los pasos más usados por los migrantes latinoamericanos que buscan llegar de manera irregular a Estados Unidos desde México.
«Ayúdenlo, por favor», dicen que suplicó a gritos su amigo Elbe Castro a los guardias que estaban apostados en la frontera con Estados Unidos. Pero nadie salió a su rescate.
Fue «algo inhumano», dijo su hermana en alusión a los guardias que se rehusaron supuestamente a salvarle la vida.
Su cuerpo fue repatriado el lunes de México a Nicaragua gracias a una donación de más de 3.000 dólares que hizo un locutor de Miami a través de una fundación y la colecta de dinero que hizo la familia a través de medios y redes sociales.
El sepelio fue acompañado por un grupo de mariachis y melancólicas canciones del brasileño Roberto Carlos. El carro fúnebre recorrió las calles de su pueblo, donde la gente salió a las puertas de sus casas a despedirlo.
– «Buscando mejor vida» –
Rojas es uno de los más de 100.000 nicaragüenses que han emigrado a causa de la crisis política que vive el país desde el 2018, cuando estallaron protestas contra el gobierno de Daniel Ortega que fueron reprimidas con violencia.
La mayoría huyó hacia Costa Rica y últimamente con más frecuencia a Estados Unidos.
«Desde 2018, al menos 120 periodistas se encuentran en condición de refugiados y solicitantes de refugio en otros países», reveló la organización de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN).
Rojas trabajó como locutor en emisoras del noroccidental departamento de León, del que forma parte Telica. Pero su mayor sueño, según su hermana, era viajar a Estados Unidos.
«Iba buscando una mejor vida, pero las cosas no sucedieron como él pensaba», indicó su hermano Antonio, cuya familia se dio cuenta de su muerte a través de las redes sociales.
Según la opositora Radio Darío de León, donde Rojas trabajó un tiempo, el comunicador se fue de Nicaragua hacia Belice en 2018 por amenazas políticas, pero la familia desmiente esa versión.
El pasado 29 de abril, el locutor salió de Belice hacia la frontera norte de México con la intención de cruzar el río.
Su muerte fue grabada en un celular de un periodista estadounidense que se encontraba ese día en el lugar, que luego publicó en redes sociales.
Es «muy triste la manera en que perdió la vida, en lo particular lo siento mucho porque fuimos vecinos desde niños, estoy muy conmovido», afirmó a la AFP Marvin Martínez, quien llamó a los nicaragüenses a no arriesgar sus vidas en una travesía hacia Estados Unidos.
«Su partida ha «consternado a todos sus amigos», dijo por su lado Walter Morales, quien trabajó con Rojas.
«Yo les digo a todos que no se vayan de su país (.. ) a sufrir es que van (..) suframos juntos comiendo arroz, frijoles, allá no tienen nada que hacer, está caro», exhortó Manuel Barreto, quien dijo que hace poco regresó a Nicaragua tras vivir 23 años en Estados Unidos.
AFP