El Ejército de Israel bombardeó la Franja de Gaza contra las bases de Hamas, mientras las calles de Tel Aviv se cargan de protestantes que piden la dimisión del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
La Organización de Naciones Unidas, solicitó a Israel permitir la entrada de combustible en Gaza. El lanzamiento de globos incendiarios provenientes de Palestina, volvieron a ser el motivo por el cual la aviación israelí llevó a cabo un nuevo ataque en la Franja de Gaza contra un objetivo militar de Hamas
Desde el sábado una fuente parlamentaria palestina confirmó el ataque contra posiciones del movimiento islamista Hamas, que gobierna este territorio atrapado entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo.
El ejército israelí afirmó en un comunicado que su aviación había «atacado una cierta cantidad de objetivos terroristas». «Este ataque se llevó a cabo en respuesta a los globos explosivos lanzados desde la Franja de Gaza hacia el territorio israelí», añadió.
Una fuente de seguridad palestina en Gaza indicó que la ofensiva apuntó a varios emplazamientos de Hamas, entre ellos un puesto de observación militar cerca de la ciudad de Gaza, y provocó daños materiales pero no dejó heridos.
El lanzamiento de cometas y globos dotados de artefactos incendiarios o explosivos rudimentarios fue uno de los recursos empleados en la amplia movilización palestina contra Israel en Gaza en 2018. Estos dispositivos destruyeron amplias superficies de campos y tierras israelíes, provocando la indignación de los vecinos israelíes del enclave y de las autoridades del Estado hebreo.
La Franja de Gaza es escenario desde marzo de 2018 de manifestaciones semanales que suelen estar acompañadas de actos violentos a lo largo de la barrera fronteriza. Al menos 251 palestinos han muerto por disparos israelíes desde entonces.
Deutsche Welle