Miles de indígenas brasileños acampan esta semana en Brasilia, en un evento para reivindicar sus derechos y protestar contra el gobierno de Jair Bolsonaro, que ha intentado avanzar con la explotación económica de sus territorios.
Con sus coloridos tocados de plumas, pipas humeantes y danzas tradicionales, representantes de cientos de pueblos indígenas diferentes ocupaban este martes un gran descampado en la región central de la capital, a unos 4 km de la sede de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema.
El ruido de las sonajas y el canto de los miembros del pueblo Maguta-Tikuna, del estado de Amazonas (norte), se mezclaba con gritos de «¡Viva Amazonía! ¡Fuera Bolsonaro!» que emanaban de una de las carpas donde miembros de otras tribus debatían.
«Vinimos aquí a decirle al gobierno federal que pare con su amenaza a nuestros territorios», dijo a la AFP Sinezio Trovao, referente de la etnia Maguta-Tikuna, uno de los mayores pueblos indígenas de Amazonas.
El campamento anual Terra Livre (Tierra Libre) tuvo sus últimas dos ediciones suspendidas debido a la pandemia.
«No a la minería, al arrendamiento y al robo de madera en tierras indígenas», decía una bandera que sostenía un movimiento indígena de Rondonia (norte), mientras cientos de hombres marchaban en fila bajo un sol radiante, bailando y cantando en su lengua originaria.
Bolsonaro llegó al poder en 2019 con su promesa de no demarcar «ni un centímetro más» de tierra para los indígenas, que representan 0,5% de los 212 millones de brasileños y cuyas reservas ocupan el 13% del vasto territorio.
También prometió abrir las reservas existentes, ya muy golpeadas por la deforestación, la minería ilegal y el comercio ilegal de madera, a las actividades extractivas.
Apoyado por sus aliados del agronegocio en el Congreso, el Ejecutivo está intentando acelerar varios proyectos considerados perjudiciales para los indígenas y el medio ambiente, entre ellos uno que busca legalizar la explotación minera en las reservas.
«Nosotros necesitamos respeto. El gobierno tiene que consultar a los pueblos para definir el futuro de sus territorios», agregó Trovao, quien asoció la retórica del presidente a las crecientes invasiones de pescadores, madereros y explotadores ilegales de metales que dijo haber sufrido en su tierra.
«Estamos acá contra el PL 191», un proyecto de ley que permite la explotación minera en tierras indígenas, dijo Bep Ko, cacique del pueblo Xikrin, del estado de Pará (norte).
«Vinimos acá para luchar.. la Amazonía no puede morir».
AFP.