evtv
Internacionales

Irak teme la amenaza del Estado Islámico en el campo de Al Hol en Siria

Las autoridades de Irak, que temen que yihadistas se infiltren en su territorio, están preocupadas por la «amenaza» que representa el campo de Al Hol, en la vecina Siria, donde viven allegados del grupo Estado Islámico (EI), declaró el sábado un alto responsable.

El grupo yihadista «sigue representando una verdadera amenaza en Al Hol», declaró el consejero iraquí para seguridad nacional, Qassem al Araji, en una conferencia internacional en Bagdad dedicada al campo de Al Hol.

Este lugar, situado al noreste de Siria, a 10 kilómetros de la frontera iraquí, está controlado por la administración semiautónoma kurda y en él se hacinan unas 56.000 personas, según la ONU.

Entre esas personas hay 10.000 extranjeros, sobre todo allegados de yihadistas, desplazados sirios y refugiados iraquíes, que en algunos casos mantienen relaciones con el EI.

Araji pidió a los países concernidos «repatriar» y «juzgar» a sus ciudadanos y abogó por el desmantelamiento posterior del campamento.

Pero los países occidentales se niegan a repatriar a sus ciudadanos porque temen actos terroristas en su territorio.

«Cada día que pasa, el odio crece y el terrorismo prospera» en el campo, dijo el responsable iraquí.

Araji también consideró que los 12.000 «terroristas del EI detenidos en prisiones gestionadas por las Fuerzas Democráticas Sirias» (FDS, controladas por los kurdos) representan un «desafío».

El EI «lleva a cabo operaciones para liberar a sus presos», como ocurrió en la cárcel de Ghwayran, en la provincia de Hassaké, en el noreste de Siria, el pasado enero, en la que murieron centenares de personas en los enfrentamientos.

Poco después, Irak comenzó a construir un muro de cemento en la frontera para intentar impedir la infiltración de yihadistas en su suelo.

Irak proclamó a finales de 2017 su «victoria» contra el EI, pero actualmente sus fuerzas armadas siguen librando combates contra células yihadistas, sobre todo en zonas rurales y montañosas.

AFP