El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) condenó este sábado el bombardeo que dejó cuatro muertos la víspera en la región rebelde etíope de Tigré y varios diplomáticos reclamaron que no se ataque a los civiles.
«Unicef condena enérgicamente el ataque aéreo en Mekele, la capital de la región de Tigré, Etiopía. El bombardeo alcanzó un jardín de infancia, matando a varios niños e hiriendo a otros», tuiteó la directora ejecutiva del organismo, Catherine Russell.
Los combates entre fuerzas gubernamentales y los rebeldes del Frente Popular de Liberación de Tigré (TPLF) se reanudaron el miércoles, poniendo fin a cinco meses de tregua de un conflicto iniciado en 2020.
Los rebeldes afirmaron que el bombardeo –que es el primero en varios meses en Tigré– destruyó un jardín infantil y alcanzó zonas residenciales.
Por su parte, el gobierno etíope afirmó que su fuerza aérea solo ataca objetivos «militares» y acusó a los rebeldes de la región de haber realizado un montaje «colocando bolsas de cadáveres falsas en zonas civiles» para atizar la indignación.
Es la primera confirmación de un organismo internacional de que el bombardeo alcanzó al establecimiento para niños.
«Una vez más, los niños han pagado un precio alto por la escalada de la violencia en el norte de Etiopía. Desde hace casi dos años, los niños y sus familias en la región sufren los tormentos de este conflicto. Esto tiene que acabar», dijo Russell.
Kibrom Gebreselassie, director médico del hospital Ayder, el principal de la ciudad, indicó el viernes a la AFP que su centro recibió a cuatro personas fallecidas, dos de ellas niños, y nueve heridos.
La televisión oficial de Tigré, Tigrai TV, afirmó que «siete civiles, entre ellos tres niños» habían muerto, mostrando un patio de recreo destrozado en el lugar que indicó que fue golpeado por el ataque.
Los periodistas no pueden acceder al norte de Etiopía, lo que hace imposible cualquier verificación independiente de estas informaciones.
La red de internet en estas zonas funciona de forma aleatoria y ningún alto funcionario pudo ser contactado este sábado en Tigré para confirmar este balance.
– «Espantosos» -Los enfrentamientos que se reanudaron esta semana se limitaron a dos zonas en torno a la frontera sudeste de Tigré, pero el viernes la aviación etíope bombardeó Mekele.
El conflicto en Tigré estalló en noviembre de 2020, cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, envió allí al ejército para expulsar al gobierno regional, que rebatía su autoridad desde hacía varios meses y que, según el Ejecutivo, había atacado bases militares en la región.
Este conflicto ha dejado un número difícil de determinar de muertos y obligó a dos millones de personas a dejar sus hogares.
La tregua que comenzó en marzo frenó en parte el derramamiento de sangre y permitió que los convoyes de ayuda regresaran lentamente a Tigré, donde, la ONU afirma que millones de personas pasan hambre.
La crisis en Tigré genera preocupación en la comunidad internacional, y desde el fin de la tregua el miércoles, la ONU, la Unión Europea (UE), Estados Unidos y otros países instaron al cese de las hostilidades y pidieron una resolución pacífica del conflicto.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, que es originario de Tigré, calificó el bombardeo com «bárbaro» y «horroroso».
«Niños asesinados en una guardería en el ataque de hoy en el #Tigré y siguen 21 meses de hambre, privaciones y muertes», escribió en un tuit.
Vicky Ford, la ministra británica que se encarga de África, recordó que la protección de los civiles debe ser una prioridad, de acuerdo al derecho internacional.
«Los informes sobre víctimas civiles después de los bombardeos en #Tigré son espantosos», dijo el sábado en Twitter.
El comisario europeo encargado de la gestión de crisis, Janez Lenarcic, urgió el viernes que «se respete el Derecho Internacional Humanitario».
«Los civiles #Nosonunobjetivo», indicó el alto funcionario en un tuit en inglés.
AFP.