La ONU instó a los talibanes en Afganistán a reabrir las escuelas secundarias para niñas y tachó de «trágico y vergonzoso» el cierre que comenzó hace exactamente un año.
Este «domingo marca un año de exclusión de las niñas de las escuelas secundarias en Afganistán. Un año de aprendizaje perdido y de oportunidades que no recobrarán jamás. Las niñas tienen su lugar en las escuelas. Los talibanes deben dejarlas volver», escribió en Twitter el secretario general de la ONU, António Guterres.
Después de su llegada al poder en agosto de 2021, los talibanes prohibieron la enseñanza secundaria para las niñas. El 23 de marzo les autorizaron a volver, pero pocas horas después volvieron a prohibir que vayan a la escuela.
Los talibanes aseguran que la prohibición está vinculada a un «problema técnico» y que se reanudarán las clases una vez que se defina un programa basado en los preceptos islámicos.
«Fue un año sombrío, un año lleno de estrés y decepción», testificó bajo el anonimato una alumna de 18 años interrogada por AFP.
«La sociedad necesita médicas y maestras, los niños no pueden por sí solos satisfacer todas las necesidades de la sociedad», subrayó la joven.
Según la ONU, «más de un millón de niñas», principalmente de entre 12 a 18 años, no han podido ir a la escuela en el último año.
«Es un trágico aniversario, vergonzoso y totalmente evitable», declaró el domingo Markus Potzel, jefe en funciones de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Manua) en un comunicado.
«La continua exclusión de las niñas de la escuela secundaria no tiene justificación creíble ni equivalente en el mundo. Es profundamente perjudicial para una generación de niñas y para el futuro de Afganistán», añadió.
– Riesgo de explotación –
«El rechazo de la educación viola los derechos más fundamentales de las niñas y las mujeres. Aumenta el riesgo de marginación, violencia, explotación y abusos», insiste el comunicado de la Manua.
«Es responsabilidad de los talibanes crear las condiciones para la paz, la inclusión, la seguridad, los derechos humanos y la recuperación económica. La comunidad internacional sigue dispuesta a apoyar a un gobierno que sea representativo del conjunto de la población y que respete sus derechos», concluye.
El mes pasado, las autoridades anunciaron la instauración de cursos obligatorios suplementarios dedicados a la religión en las universidades públicas.
El ministro de Educación, citado por los medios de comunicación locales, afirmó también que las escuelas secundarias se habían cerrado para las niñas porque «muchos habitantes de las zonas rurales no deseaban que las adolescentes fueran a la escuela».
Los padres y las familias de todo Afganistán están deseosos de educar a sus hijas, subrayó una maestra entrevistada el domingo por AFP. «Quieren que sus hijas alcancen sus objetivos. Cada familia quiere que sus hijos, incluidas las niñas, sirvan a la nación», insistió la educadora, que no quiso dar su nombre por miedo a las represalias.
Desde su regreso al poder, los talibanes han impuesto severas restricciones a las niñas y las mujeres para que se ajusten a su visión ultrarigorista del islam, alejándolas así de la vida pública.
AFP.