El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tildó de «injerencista» el llamado del secretario de Estado estadounidense a actuar con mayor responsabilidad frente a los asesinatos de periodistas en el país, que ya suman cinco en lo que va del año.
El mandatario respondió así a un tuit de Antony Blinken, publicado la noche del martes, en que calificó de «preocupante» el alto número de reporteros asesinados en México este año y llamó al gobierno de López Obrador a asumir «mayor responsabilidad y protecciones» para los periodistas mexicanos.
«Pedirle de favor que se informe y que no actúen de manera injerencista porque México no es colonia de Estados Unidos, ni es un protectorado. México es un país libre, independiente y soberano», dijo el presidente izquierdista en su habitual conferencia matinal.
«Creo que [Blinken] está mal informado porque de lo contrario estaría actuando de mala fe», agregó el mandatario, quien sostuvo que su gobierno está atendiendo los crímenes contra comunicadores.
«En todos los casos se está actuando, no hay impunidad, no son crímenes de Estado», afirmó López Obrador.
El mandatario afirmó posteriormente que ordenó al canciller Marcelo Ebrard enviar a Blinken un reporte «informando de todos los casos» de reporteros asesinados y de las acciones de su gobierno.
Consideró asimismo que sus comentarios podrían ser responsabilidad de «sus informantes».
«Le pido al señor Blinken que revise este asunto porque lo están engañando, lo están utilizando, no tengo la menor duda de eso. Solo que él lo esté haciendo exprofeso», afirmó.
La respuesta del presidente mexicano representa un primer choque con la administración de Joe Biden, con quien ha mantenido hasta ahora una relación cordial, aunque con diferencias puntuales.
El propio Blinken visitó México en octubre pasado para lanzar una nueva etapa de cooperación binacional en materia de seguridad, uno de los temas más complejos de la agenda entre ambos países.
El tuit de Blinken, sin embargo, no es el primer llamado de atención de Estados Unidos ante el incremento de la violencia contra reporteros mexicanos.
Hace dos semanas, la embajada estadounidense en México se declaró «consternada» por la situación de los periodistas tras el crimen del reportero Heber López, ocurrido el 10 de febrero en Oaxaca (sur), el quinto ultimado en menos de dos meses.
Unos 150 periodistas han sido asesinados en México desde 2000, según datos de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Dos de los casos más recientes, el de Lourdes Maldonado, el 23 de enero en Tijuana, y el de López llevaron a comunicadores de todo el país a protestar en las calles.
Más del 90% de los homicidios de reporteros en México permanecen impunes, denuncian organizaciones defensoras de la libertad de expresión.
AFP.