El dictador de Nicaragua Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, quien también es la vicepresidenta de ese país, habrían consumado un golpe definitivo al poder judicial al tomar el control de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Alba Luz Ramos, presidenta del máximo tribunal, fue desalojada de su oficina en un operativo policial y además fueron destituidos varios funcionarios claves de ese poder del Estado.
Los funcionarios entraron al edificio de la institución y sacaron de sus oficinas a las magistradas Ramos y a la presidenta de la Sala Civil y de Familia, Yadira Centeno González. Fueron enviadas a sus casas bajo vigilancia policial.
En días anteriores circuló un comunicado en la CSJ en donde se ordenó dos días de asueto y en donde explicaron que el magistrado Marvin Aguilar, quien es el vicepresidente de esa institución fue nombrado como «presidente en funciones».
Te puede interesar: Capturan en Ecuador a alias “Satanás”, sanguinario sicario del Tren de Aragua
Asimismo, fueron destituidos varios directores del Poder Judicial y algunos de ellos han sido interrogados.
La situación está ligada con la detención en octubre del año pasado de dos poderosos funcionarios de la CSJ; el vocero, Roberto Larios Meléndez, y a la magistrada Ileana Pérez López.
Los especialistas en administración de justicia de ese país coinciden coincidieron en que la acción se puede calificar como “un golpe de Estado”.
Con información del Diario de Las Américas