México tiene registrados 37.000 cadáveres sin identificar que yacen en servicios forenses y fosas clandestinas, informó este jueves el gobierno.
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El país atraviesa una «situación de emergencia en materia forense», dijo Alejandro Encinas, subsecretario de derechos humanos, sobre una crisis que está vinculada al problema de los desparecidos, de los cuales México contabiliza unos 95.000 casos.
Encinas, cuya oficina está adscrita a la secretaría de gobernación, detalló que de los 37.000 cuerpos unos 8.000 habían sido llevados a las morgues y «el resto en fosas comunes».
Una de las principales causas del problema es que «no hay una base de datos de genética nacional» para cotejar las muestras de ADN tomadas a familiares de desaparecidos, con las de los restos sin identificar.
En agosto pasado, un reporte del Movimiento por Nuestros Desaparecidos de México, organización que agrupa a unos 70 colectivos de familiares de víctimas, señaló que existen más de 52.000 cadáveres sin identificar en fosas comunes y servicios forenses del país.
El problema de los desaparecidos en México se agravó desde diciembre de 2006, cuando el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón lanzó una polémica ofensiva contra los cárteles del narcotráfico, con asesoría de Estados Unidos y participación activa de fuerzas militares.
Desde entonces México acumula más de 340.000 homicidios, la mayoría atribuidos a acciones de criminales. AFP