El asesinato de Baptiste Lormand, un exitoso empresario restaurantero, ha movilizado a decenas de personas en Ciudad de México. El francés, de 57 años de edad, murió, junto a su socio, Luis Orozco, el jueves 26 de noviembre. Ambos fueron asesinados por sujetos que se hicieron pasar por compradores de licores de alta gama.
Sus cuerpos permanecieron desaparecidos por 48 horas, hasta que se les halló el sábado, 28 de noviembre, en una cuneta de la capital. Para ese momento, presentaban evidentes signos de tortura. Las marcas ponen en duda la versión oficial, pues, hasta este momento, las autoridades hablan de un intento de robo que terminó en doble homicidio.
Sin embargo, conocidos de Lormand y colegas de su gremio creen que el galo y su compañero de negocios fueron víctimas de una red que se dedica a la extorsión y al cobro de vacunas en la colonia de Polanco, una prestigiosa zona de calles arboladas, en la que el francés tenía su restaurant.
“Sabía de los riesgos que se corren y lo que hace falta para su familia”, aseguró al diario “El País” Augusto Martínez, quien fue amigo del empresario por más de 20 años. Él es uno de los tantos que insisten en que la hipótesis del robo carece de sentido.
Dos días después del hallazgo de los cadáveres, el lunes, 30 de noviembre, decenas de personas decidieron marchar, de manera pacífica y en silencio, con el objetivo de pedir una investigación transparente y, sobre todo, para demandar mayor protección.
“Realmente, yo creo que es un llamado a las autoridades para que se acabe, realmente, esta inseguridad que hay en México, a nivel nacional”, comentó a la DW Gabriela Cortez, amiga de Baptiste Lormand.
Hasta el momento, las pesquisas han conducido a la detención de cuatro individuos. En esas averiguaciones fueron claves los videos captados por las cámaras de seguridad de la zona en la que ocurrió el doble homicidio.
Las grabaciones permitieron identificar al vehículo de los implicados y, gracias a ello, se obtuvo una orden de cateo que permitió requisar sus domicilios.
En esos allanamientos, las autoridades incautaron armas largas, granadas esféricas, estupefacientes y un importante cargamento, contentivo de 20 botellas de licor en estuches individuales y varias cajas con docenas de vinos de diferentes marcas.