Varios miles de personas se manifestaron en el centro de Madrid para exigir la disolución de la OTAN y reclamar la paz, a dos días de la apertura de la cumbre de la Alianza Atlántica en la capital española, del 28 al 30 de junio.
Ningún ministro o representante destacado de la izquierda radical, miembro de la coalición gubernamental, tomó parte en la marcha, reportó una periodista de AFP.
Entre los eslóganes los manifestantes repetían «¡No a la guerra, no a la OTAN!», mientras varios helicópteros sobrevolaban el desfile por una de las principales avenidas de la capital.
En los carteles se podía leer: «Haced la paz, no la guerra», «Gastos militares para escuelas y hospitales», mientras otros clamaban «Vuestras guerras no las pagamos».
David Llorente, de 45 años y que trabaja en una asociación, protesta contra «la OTAN, que se creó durante la guerra, al servicio del imperialismo estadounidense, y se mantuvo sin ningún aporte a la paz».
Para este militante anticapitalista, la Alianza Atlántica hace la «promoción de la guerra, del comercio de armas» y «la política exterior de España aumenta los gastos militares en lugar de aumentar los gastos sociales y sanitarios».
Virginia Cádiz, de 74 años, también quiere protestar «cuarenta años después, nuevamente, contra la OTAN».
«Nos prometieron que no íbamos a entrar», explica, aludiendo a la fecha de entrada de España en la Alianza a principios de los años ochenta. Para ella, que se define como antimilitarista, esta cumbre no es más que «dinero, armas y muertos».
Según la prefectura de Madrid, 2.200 personas participaron en la manifestación. Por su parte, los organizadores no dieron su estimación de la participación.
Anfitriona de la cumbre de la OTAN la semana próxima, Madrid estará bajo máxima seguridad, con un total de 10.000 agentes de las fuerzas del orden desplegados durante esta reunión, en la que participarán el presidente estadounidense Joe Biden, su homólogo francés Emmanuel Macron y los jefes de gobierno del Reino Unido y de Alemania, Boris Johnson y Olaf Scholz.
La cumbre estará dominada por la cuestión de la amenaza rusa y por la invasión de Ucrania, desencadenada el 24 de febrero por el presidente Vladimir Putin.
AFP.