Cientos de mujeres marcharon nuevamente este sábado 15 de junio en São Paulo, Brasil, en protesta contra un proyecto de ley que equipararía el aborto a partir de las 22 semanas de embarazo con el delito de homicidio, incluso en casos de violación.
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Esta es la segunda manifestación en los últimos tres días en la capital paulista contra la propuesta impulsada por diputados ultraconservadores, varios de ellos del Partido Liberal (PL), liderado por el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
La información fue compartida por la agencia de noticias EFE.
Al igual que el pasado jueves, medio centenar de instituciones y colectivos feministas se congregaron en la Avenida Paulista y marcharon por el centro de la mayor ciudad de Brasil, luciendo pañuelos verdes como símbolo de la lucha por los derechos reproductivos.
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Las manifestantes expresaron su descontento hacia Arthur Lira, presidente de la Cámara de Diputados, luego de que el pleno aprobara, de manera urgente y sin mayor debate, la discusión del proyecto de ley.
En las protestas, que también se han replicado en Río de Janeiro, Brasilia y otras ciudades, se escuchó el lema «Criança não é mãe» (Un niño no es madre), denunciando el alto índice de embarazos adolescentes y alertando sobre las consecuencias del proyecto propuesto, apoyado por sectores evangélicos conservadores.
Según datos del sistema de salud pública brasileño, cada hora nacen 44 bebés de madres adolescentes en Brasil, incluyendo a gestantes de entre 10 y 14 años.
El proyecto de ley modificaría el Código Civil para imponer penas de cárcel similares a las de homicidio para mujeres que interrumpan su embarazo después de las 22 semanas, incluso en casos de violación.
De ser aprobada la medida por la Cámara de Diputados y el Senado, mujeres que aborten en estas circunstancias enfrentarían penas más severas que los agresores en casos de violación, cuyas penas van de 6 a 12 años de prisión.
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El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha criticado fuertemente la propuesta, calificándola de «locura» y reconociendo que el aborto es una realidad que debe ser abordada como una cuestión de salud pública.
En Brasil, el aborto actualmente es legal solamente en casos de violación, anencefalia fetal y riesgo de vida para la madre, sin límite de tiempo para su realización. Fuera de estos casos, el aborto está penalizado con hasta diez años de cárcel, dependiendo de las circunstancias.